Desolación

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He visto a mucha gente enfadada con Luisito por el capítulo anterior así que como este es mucho más intenso que el anterior he decidido subirlo hoy, jejej. Feliz lectura.❤️

Sin decir nada, la joven abandonó el despacho, los pasos se alejaron de aquella lujosa sala como un fantasma, en parte, así se sentía.

A veces, las palabras dolían más que los propios actos, y los reyes estaban demasiado rotos de dolor como para darse cuenta de que dentro solo tenían eso, dolor. Cuando Auguste volvió a sus aposentos, se dio cuenta de que todas las cosas de su esposa habían desaparecido dictando con ello su retirada permanente al petit. Echó un vistazo al lecho, probablemente aquel colchón tenía la mejor calidad que todos los de toda Francia, pero se le hizo demasiado grande para él solo. Por un segundo, el recuerdo de todos sus hijos durmiendo en aquella cama junto a su madre pasó por su cabeza y le estrujó el corazón, incluso se colocó la mano en el pecho al recordarlo. Se sentó sobre la cama y miró hacia el lado de su esposa. Se acostó en la cama dejando aún el hueco para ella, por si en algún momento decidía volver, pero sabía que aquello no pasaría. Se acostó en el enorme colchón mientras se tapaba con la sábana, miró al techo y suspiró, era en aquellos momentos, cuando estaba solo que Auguste sacaba toda su tristeza hacia fuera, lloró durante al menos una hora antes de quedarse dormido, pues sí, María era una madre en duelo, pero él no lo era menos, también amaba a sus hijos más que a nada en el mundo y la ausencia del pequeño no estaba siendo más fácil para él. Empapó la almohada dándose cuenta de que acabaría perdiendo a toda su familia si no comenzaba a luchar por ella, cuando estaba demasiado agotado como para seguir llorando, se durmió.

Apenas había tenido contacto con su esposa desde aquel momento, había llegado a ir algún día al gran salón donde la reina solía jugar a las cartas con sus amigos, pero su esposa no había asistido ni un solo día. El joven jugaba con su hermano menor, Luis que había venido de París para unos negocios.

-¿Porqué estás tan serio? Nunca has sido una alegría, pero te veo triste.-dijo el joven fumando de su puro mientras soltaba una carta.

-Por nada. ¿Tu familia está bien?

-Vaya, cuando me fui la corte no estaba así. ¿Cuánto llevas sin sexo?

-¡Luis! Haz el favor.-lo regañó su hermano en un tono más suave.

Su hermano rio bebiendo del champán y soltando dos cartas más. Ganó la ronda y dejó las cartas ganadas a un lado de la mesa mientras volvía a fumar. Aunque había ido por negocios, aquellos negocios parecían ser beber champán, fumar y coquetear ligeramente con algunas mujeres, si su esposa lo veía seguramente se llevaría una buena reprimenda.

-Perdona, he sido muy brusco, se me olvida que eres el rey. Perdóneme su majestad, por haberme intentado enterar de cuanto tiempo lleváis sin echar un pol...

Auguste frunció el ceño y su hermano rio. El joven suspiró y sacó cartas, su hermano sacó unas más altas y el otro debía corresponderlas si era posible.

-Los problemas de alcoba se quedan en la alcoba.-respondió.

-¿Cuatro meses?-Auguste no contestó.-Dios mío... Seis. ¿Qué le has hecho a tu esposa? ¿Te ha pillado con otra?

-Por el amor de Dios, Luis, no.

El juego siguió en silencio durante un rato más, cada vez que la puerta se abría, el joven se giraba para ver si era su esposa, algo de lo que su hermano se dio cuenta, sabía que había problemas en el matrimonio del rey, pero bien sabía que no se lo contaría nunca.

-Sabes... Yo tengo un remedio para tu... Problema.

-¿En serio?

-Bueno, a mí me lo recomendaron, pero que conste que yo no he hecho eso nunca... Bueno, una vez. Pero ya está. ¿Qué te parece si te lo mando a tu habitación?

María. (TimePrincessGame) Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora