| CAPÍTULO 1 |

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- A veces ni los más fuertes deben confiarse, en ese momento su fortaleza se convierte en debilidad.


- Cúbreme - le digo al castaño - debo revisar las últimas habitaciones. - añado dirigiéndome a mi teniente.

Su nombre es Jaden Ross y este se encuentra justo detrás de mi para proteger mi espalda mientras intento llegar a otra de las salas que falta por revisar.

En este momento hasta mi sombra me asusta, debo estar alerta a cualquiera de los sonidos que puedan provenir del interior.

Mis sentidos se magnifican por cada paso que doy hacia la puerta que se encuentra entre cerrada, dejando solo un par de dedos en los que la escasa luz prominente del pasillo en el que me encuentro pueda acceder hacia dentro de la habitación.

Entro previniendo lo que pueda ocurrir ya que está oscuro y no logro ver con claridad.

Me apoyo en la pared unos segundos antes de adentrarme para intentar escuchar algún sonido pero no oigo nada.

Joder Alessia, concéntrate.

Levanto la mirada de mis pies y me concentro en lo que tengo que hacer, sujetando mi arma mientras mis manos tiemblan.

A pesar de todas las misiones que he completado con éxito los nervios pueden conmigo, siempre pueden conmigo tras lo ocurrido unos años atrás.

En ese preciso instante veo un reflejo que sale de una de las otras puertas de forma veloz y ágil, como un animal en busca de su presa para devorarla en cuestión de segundos sin siquiera ser visto.

Lo que él no sabe es que el depredador soy yo.

Llega a mí y me acorrala contra la pared, colocándose de forma que quedo sin salida contra su cuerpo, al parecer no lleva armas, por lo que me es muy fácil empujarlo contra la pared y poniéndole la pistola cargada entre ceja y ceja reconociéndolo de inmediato.

- Venga ya, ¿Tan fácil me lo vas a poner? - añado, esto ya es algo personal entre él y yo.

Después de buscarlo tanto tiempo se ha convertido en una de mis prioridades.

Alejo su cuerpo empujándolo con fuerza para mantener una distancia prudente hasta que pueda intervenir como había planeado quedando yo alrededor de él, y a pesar de ser unos veinte centímetros más baja y tener que alzar la cabeza para ver su cara, puedo observar perfectamente sus ojos llenos de dudas y aunque su casi metro noventa impone, tengo claro que como se mueva disparo.

Aunque tenga que desobedecer la orden de llevarlo con vida.

- No creerías ser la única armada, ¿Verdad? - añade cuando siento una hoja fría contra mi vientre clavándose ligeramente en la piel de este dejando brotar una hilera de sangre. - Tanto tiempo tratando de encontrarme y cuando lo haces... ¿Tan fácil va a ser? - inquiere.

Antes de que pueda reaccionar disparo a uno de sus pies haciendo que se aparte de mi con rapidez debido a la acción que le toma por sorpresa.

Una sonrisa de superioridad aparece en mi rostro y él no deja de observarme ni un segundo.

Me muevo ágilmente hacia uno de los lados saliendo de la habitación, y cuando estoy en el pasillo donde el teniente que me cuida las espaldas puede ver lo que sucede, no duda en disparar.

Es un tiro certero que impacta en su hombro y no en ningún otro lugar crítico, ya que debemos mantenerlo con vida por el momento para conseguir información.

Si fuera por mí ya estaría muerto.

Cae al suelo de rodillas cuando el dolor en su sistema no es soportable pero eso para mí no es suficiente.

ÁCRUX ✅ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora