ÁCRUX ✅ [#1]

| CAPÍTULO 23 [II] |

- Los juramentos deben cumplirse,
aún así terminen con tu vida.

En cuanto Dante es trasladado hasta la enfermería en una de las camillas para curar sus heridas sin que sea necesario que se mueva más, los mismos soldados llegan para ofrecernos otra a nosotros, la cual denegamos ya que por suerte no hemos sufrido heridas durante la misión aparte de unos cuantos rasguños en las palmas de las manos y piernas cuando he caído sobre el general en la terraza.

Preferimos que alguno de los soldados que tenga heridas de mayor gravedad pueda disponer de camillas libres donde le conduzcan a proporcionarle la ayuda necesaria.

Entramos en una sala donde solo nos encontramos Markus y yo y esperamos a que hablen por los auriculares de los que disponemos para comunicarnos con todos los soldados durante las misiones, aunque pasan horas por lo que finalmente decidimos sentarnos a seguir esperando y solo recibimos noticias de la milicia italiana.

Hablan diciendo que faltan todavía por aparecer soldados de la milicia alemana, los cuales tal vez puedan estar escondidos hasta que sientan que es seguro salir, opción que no se puede descartar ya que muchos vieron al teniente Collins y la capitana Martínez correr hacia los almacenes más cercanos.

Ambos estaban juntos por lo que sé que deben estar bien.

El general se acerca hasta quedar a centímetros de mi y levanta su mano hasta la altura de mi cara, para rozar con su dedo pulgar mi labio inferior.

- Tienes un corte - dice mientras se lleva los rastros de sangre que quedaban en la pequeña herida de mi labio.

Cuando estoy demasiado nerviosa muerdo la parte de mi labio inferior sin darme cuenta. Nunca me percato hasta que la herida es tan grande que la sangre baja hasta mi barbilla.

- Es una manía simplemente - explico mientras paso la lengua por mi labio inferior para eliminar la sangre visible y él asiente sin dejar de contemplar mis gestos.

La puerta se abre dejando ver al presidente de la milicia Skade de Alemania adentrándose en esta a pasos agigantados.

- Informe sobre la situación actual - ordena con su voz esculpida y el general empieza a hablar.

- La mayoría de los soldados ya han confirmado que se encuentran a salvo y estarán aquí en unas horas, cuando una avioneta proceda a encontrar sus posiciones y traerlos hasta aquí.

- ¿Quiénes faltan por informar de su paradero? - pregunta y mi corazón se encoge.

- La milicia italiana ya está completa aunque con varios heridos, entre ellos el general Alighieri, al cual están curando sus heridas en la enfermería, pero de nuestro equipo faltan por informar varios soldados rasos y la capitana Lucía Martínez - habla el general y mi estómago se revuelve ante el nombre de Lucía.

- ¿Y el teniente Collins? - pregunto cuando recuerdo la afirmación que dio el soldado alemán.

- Él se encuentra en una base de los Skade más pequeña, situada a unos cincuenta kilómetros de todo lo sucedido,será trasladado aquí a primera hora de la mañana.

Esto me alivia de cierto modo, él estaba en la misión junto a Lucía, algo que me permite razonar y pensar que todavía no la han encontrado ya que estaba cerca de donde Daniel se encontraba escondido.