ÁCRUX ✅ [#1]

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Las consecuencias
tan solo son motivos.

Ayer por la noche regresamos totalmente mojados al hotel después de haber estado en el mar.

De mi pelo todavía caía agua y Markus aún no se creía que había sucumbido a mis encantos para hacerle adentrarse en el océano con el frío que hacía.

Al entrar en la recepción todos parecieron sorprendidos cuando nos vieron. Pero no me importó.

Markus caminaba a unos metros detrás de mi y yo portaba la correa de Káiser, el cual también estaba mojado después de haber estado correteando por la arena.

Después de haber follado hasta cansarnos terminamos durmiendo juntos con Káiser encima de nosotros todo el tiempo.

Markus se puso celoso del perro durante unos minutos porque no le dejaba tumbarse a mí lado y Káiser ocupaba más parte de la cama que nosotros mismos, pero a mí no me importaba.

Tan solo un par de horas después me despierto y veo una nota que ha debido dejar Markus en la mesita de noche.

Dudo que estés despierta todavía pero si lo estás no te preocupes, en nada vuelvo.

Sonrio mientras veo que se ha equivocado y me dirijo hacia la ducha.

Paso unos minutos bajo el agua caliente para aclarar mis ideas y froto mi pelo que huele a la sal del mar. No puedo evitar sonreír cuando recuerdo la noche anterior. Todo fue espectacular.

Salgo tan solo con un conjunto de lencería blanca y Markus llega con una bandeja de cristal que deja sobre los pies de la cama. El contenido de esta son varios platos con lo que parece ser el desayuno y mi boca se hace agua.

-          Pensaba que seguirías durmiendo – dice y observa mi conjunto de ropa interior.

-          Pues ya ves que no – respondo obvia y me acerco hasta él.

Traga saliva. Me complace ver que sigo teniendo el mismo efecto en el que desde el principio y sonrío con superioridad cuando con tan solo tocarlo respira agitado.

-          He traído el desayuno – dice mientras toco su pecho por debajo de la camisa blanca básica que lleva.

Parece intentar controlarse pero no puede cuando llevo mis dedos hasta el cinturón de su pantalón.

-          Eso puede esperar – concluyo la conversación cuando empiezo a bajar sus pantalones con desesperación.

- Alessia - habla en tono de advertencia y yo hago un siseo ordenándole callar.

- Si vas a hablar prefiero que ocupes tu boca en otras cosas.

Tan solo hace un par de horas que terminamos durmiendo pero le necesito de nuevo.