ÁCRUX ✅ [#1]

| CAPÍTULO 27 |

- Prefiero estar loca que cuerda. Esto último tan solo te ata.

Es Markus quien espera a que todos se marchen para tan solo quedar el ministro Schnider, el presidente y nosotros dos en la sala.

Que solo los rangos más altos queremos en la habitación no me da muy buena impresión.
Esto siempre quiere decir que el tema que se tratará a continuación debe tener la mayor discreción posible.

-          Tu papel es el más complicado, ¿No te dará miedo verdad? – enarca una ceja y cruza sus brazos hacia mi.

Su voz rasga mi garganta y mi boca se seca.

He de admitir que el miedo de volver a enfrentarme cara a cara a la gente que me mantuvo encerrada tanto tiempo aparece.

No tengo otra opción que negar con la cabeza y él lo entiende mientras me rodea.

Debo mentir, no puedo mostrarme acobardada y menos en una misión como esta.

Debo ser valiente como las otras veces.

El corazón me palpita de forma tan fuerte que creo que se me va a salir disparado del pecho.

Los demás esperan a que continúe hablando y se resignan a ello.

-          Tendrás que meterte en una de las furgonas con las otras mujeres secuestradas y hacer el papel de todas ellas, procederás a vestirte con unas ropas desgastadas y a adoptar el mismo papel que las demás.

-          ¿Y si intentan cogerme a mí para iniciar las pruebas? – pregunto.

-          Eso no sucederá, antes de que inyecten a ninguna incluyéndote a ti ya habremos conseguido lo que nos proponemos y estaremos aquí de vuelta. – me responde el ministro.

-          Yo cogeré la identificación de uno de los médicos del laboratorio por lo que estaré infiltrado junto a ti. – responde Markus y escuchando eso me quedo más tranquila a pesar de no saber porque.

Muy en el fondo siento la seguridad que me proporciona su cercanía aunque no quiera admitirlo.

– Gracias a mis conocimientos en química y los de nuestros soldados y compañeros científicos de la central podremos averiguar más sobre el veneno, además de poder traer muestras. En cuanto hayamos podido cogerlas de forma segura saldremos de allí. – termina de hablar y me mira.

Sus ojos me reconfortan más de lo que debería y un escalofrío me recorre.

- Además de que no voy a dejar que te pase nada. - añade su voz grave.

Sé perfectamente que no sería capaz de dejar que ni siquiera me toquen un pelo pero... Nuestro enemigo es mucho más grande de lo que todos aquí creemos.

No podemos subestimar a nadie.

-          ¿Sabemos algo de la capitana Martínez? – pregunto y me miran con lástima en los ojos.

Lástima en todas las miradas menos en la de Markus. Este último tan solo se encoge de hombros, lo que menos quiere es mostrarse débil ane la situación.

-          Los Skade italianos están haciendo todo lo que pueden por ubicarla, la encontrarán – dice el señor presidente tras unos segundos en absoluto silencio.

-          Está bien – digo – Petición para salir de la sala señor presidente – pido, o mejor dicho, suplico y este asiente con la cabeza.

Necesito salir de aquí...

Me levanto de la silla por fin y mis piernas tiemblan dificultando mi propuesta.