| CAPÍTULO 24 |

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- Confianza.
nunca se gana totalmente y se pierde en un instante.


- ¿Qué? - Pregunto aturdida ante la repentina noticia.

El teniente rodea la mesa hasta quedar a unos metros de mí y observa al equipo completo sentado alrededor de esta.

Muchos parecen sorprendidos e inquietos menos ellos. Al parecer mis tres superiores, todos cruzados de brazos, lo sabían al igual que el teniente.

Markus...

- Fue secuestrada en la misión, atacada por la espalda por la mafia 'Ndrangheta y al parecer decidieron llevársela. - continúa el teniente.

- ¡Estaba contigo! - le grito de forma recriminatoria y él frunce el ceño.

-. Se escondió en el mismo lugar que yo, pero no sabía dónde estaba... - alcanza a decir antes de que me abalance hacia él.

Son los brazos de Markus los que me rodean antes de que pueda llegar donde se encuentra el teniente para contenerme.

- Podrías haber salido y luchado para que no se la llevaran - digo con lágrimas saliendo de mis ojos.

- No sabía dónde estaba - grita él y esto me enfurece.

- Soy tu superior, hablame como es debido o tendrás consecuencias -

En este momento el se queda quieto pareciendo una estatua de hielo mientras yo forcejeo para soltarme de los brazos de Markus.

Él niega con la cabeza pero no puedo evitar sentir rabia.

Unos segundos más tarde me recomponga y suelto a Markus. Lo que menos quiero ahora es estar cerca de él.

Markus lo sabía y no me lo dijo.

Markus lo sabía y no quiso decírmelo...

Porque sabía que lo detendría...

En este momento su cercanía tan solo me causa repulsión.

- ¿Por qué querrían hacer eso? - pregunta el presidente Müller - ¿Para que llevársela y no matarla directamente? - añade y todo el mundo se mira sabiendo que la respuesta es sencilla.

- Todos sabemos de la enemistad entre las dos mafias, tal vez quieran chantajear a la mafia Albana de alguna forma...


Todo a mi alrededor empieza a dar vueltas y yo no puedo evitar tener que cogerme de la mesa para no caer.

Todo se mueve a mí alrededor y las náuseas aumentan.

- ¿Y su localizador? - pregunto intentando mantenerme en pie.

- Lo extirparon, no da señal - dice uno de los informáticos señalando la pantalla donde la luz que debería estar encendida no emite ningún tipo de onda.

Me siento en mi silla apoyando la espalda contra el duro respaldo de esta tocando mi pecho e intentando calmarme y respirar correctamente mientras los demás continúan hablando.

- ¿Cómo encontraron su chip? Nadie sabe dónde lo tenemos inyectado - dice el general y se encogen de hombros.

- La persona que lo lleva si lo sabe - dice el ministro italiano y yo niego con la cabeza.

- ¿Por qué les diría donde lo lleva? - pregunto y razono - Lucía no diría donde está su localizador joder.

- A veces no toda torturan las altas torturas de la 'Ndraghenta... - responde el presidente y no puedo evitar pensar en que todo esto no cuadra.

ÁCRUX ✅ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora