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Los Zabat.


Quedo totalmente paralizada al observar el lugar en el que nos encontramos.

El blanco abunda por todos los sitios junto con el atardecer. Me encuentro mirando hacia el oeste, viendo como los diferentes tipos de aves junto con las gaviotas vuelan por nuestro alrededor.

El sol ya se encuentra escondiéndose por el horizonte.

-          Venga vamos – grita Markus y cuando me doy cuenta ya ha empezado a andar.

Le sigo y tenemos que bajar por las escaleras tras abrir una pequeña puerta de color blanco al igual que el resto de paredes, las cuales contrastan con el azul del cielo que en estos momentos está empezando a convertirse en otros colores y el azul de los tejados que cubren los hoteles y casas cercanas.

Las escaleras descienden hacia el interior del gran edificio donde quedo maravillada por como es.

No era nada como había pensado.

Tienes los techos altos y las paredes son totalmente blancas con un techo de cristal, más bien este lugar parece un hotel lujoso que debe costar demasiado el quedarse una sola noche aquí.

La gente se encuentra tomando sus bebidas tranquilamente mientras charla en un tono pacífico que crea el ambiente perfecto.

-          Markus.

Escucho la voz de un hombre que se dirige hacia nosotros en cuanto llegamos a la sala principal o lo que parece ser la recepción.

Es alto y parece tener alrededor o poco más de cincuenta años. La escasa barba de su mentón es ya completamente blanca al parecer por la edad y porque debía ser rubio cuando era más joven. Tiene una sonrisa deslumbrante.

– Cuando me dijo Evan que venías no lo creía hasta ahora.

El hombre nombra a alguien que tampoco sé quién es por lo que decido esperar a meterme en la conversación. Este abraza a Markus y él responde el abrazo pero de manera más afectuosa sorprendiéndome por completo.

Cuando salen de su extraño abrazo el puedo detallar mejor al hombre griego que se encuentra junto a mi.

Puedo saber perfectamente su nacionalidad por esos rasgos tan característicos y a pesar de la edad debió haber sido un hombre muy apuesto. Él me mira a mí de arriba abajo, pero no es una mirada que me incomode.

-          Usted debe de ser la comandante – dice el hombre tras detallarme por completo.

-          ¿Cómo sabe usted eso? – Le digo y el simplemente ríe a carcajadas.

Markus hace lo mismo que él y no logro entender nada.

-          No te preocupes Alessia - empieza a explicar Markus - Cuando era joven estuvo en los Skade durante varios años, sabe todo de nosotros. – añade el alemán y el hombre del cual todavía no sé el nombre le pega en el hombro.

ÁCRUX ✅ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora