ÁCRUX ✅ [#1]

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Siempre has sido tú.

Todavía no me creo sus palabras hasta que el coche nos deja en las puertas de un hotel aparentemente muy costoso.

- ¿Bajamos? - pregunta y asiento levemente con la cabeza.

Todavía me confunde el que no hayamos salido del país.

- Iré a recepción para recoger las llaves de nuestra habitación señora Müller - habla el alemán en mi dirección.

El cosquilleo que se instala en mi barriga es indescriptible al escucharlo.

Todavía necesito muchas explicaciones de lo que hizo y porque todo esto después de lo de ayer.

Tras observar cada una de las estatuas y cuadros me acerco hasta donde se encuentra hablando con uno de los empleados, el cual está dándole las llaves mientras el firma varios papeles.

- Espero que disfruten de su estancia aquí - habla y le sonrío.

- De seguro que lo hacemos - responde Markus y no puedo evitar estremecerme sin saber el motivo.

- La ciudad es preciosa - aclara el hombre y sé al instante que es griego pro sus rasgos característicos. - ¿Necesitan que les guíe a algunos de los sitios?

Voy a hablar cuando el alemán toma mi mano de forma repentina y me interrumpe.

- No será necesario, pero muchas gracias de todas formas.

Toma mi mano con más fuerza guiándome hasta uno de los ascensores.

Una mujer está dentro de este simplemente para apretar el botón al que tú le digas y nos sonríe en cuanto las puertas se abren y le permiten divisamos esperando este.

Es tan temprano que solo nosotros estamos en la recepción aunque un aroma dulce llega hasta mi nariz ya que deben estar preparando el desayuno para los comensales y clientes del hotel.

- ¿A qué piso les llevo? - pregunta ella.

- Al último.

Ella simplemente asiente y aprieta al botón 16.

En cuanto el ascensor abre sus puertas de nuevo simplemente puedo ver una puerta en todo el piso.

- Si necesitan algo pueden avisarnos a través del teléfono que encontrarán en una de las mesas de la suite.

Ella está siendo realmente amable y me agradaría eso sino hubiese mirado a Markus de arriba a abajo más de una vez aunque él no parece ni haberse dado cuenta.

- Lo tendremos presente - responde mi general mientras sale con nuestro equipaje hacia la puerta blanca, al igual que toda la pared.

Ella parece desilusionada ya que ni siquiera le ha prestado la mínima atención y yo le sonrío de forma leve.