ÁCRUX ✅ [#1]

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Las últimas palabras
de una canción.

Alessia:

Me detallo por última vez en el espejo antes de salir de la habitación.

El vestido y los zapatos son preciosos y él lo sabe, es por ello que los ha elegido.

El maquillaje que llevo es sutil, unos ojos de color marrón aunque marcados son sencillos y un labial de color entre marrón y rosado para darle importancia al vestido.

Se coloca tras de mí y me da un gasto beso en la cabeza tras colocar una de sus manos en mi cintura.

— Estos vestidos... — susurra al lado de mi oído mientras me muerde el lóbulo de la oreja de forma suave pero decidida.

— ¿Que te ocurre con estos vestidos?

Responde a mi pregunta de forma totalmente diferente a como otro lo hubiese hecho, pero claro, estamos hablando de Markus.

Y él no es como cualquier otro.

Debido al corte de la falda que porta mi vestido puede acceder con facilidad a mí pierna y con la yema de sus dedos acaricia la piel del interior de mis muslos con autoexigencia.

— Esto me ocurre — me responde mientras sus dedos llegan más arriba.

Apoyo mi cabeza en su hombro mientras intento mantenerme de pie para no caerme contra el espejo.

— ¿No ha tenido suficiente después de toda esta tarde, general? — pregunto mientras noto bajar de nuevo sus dedos.

La humedad se hace notable en mi ropa interior pero no lo voy a admitir por ahora. Con tan solo un par de caricias ya me tiene como quiere.

— ¿Cuántas veces he de decirle que cuando se trata de usted nunca tengo suficiente, comandante?

No me da tiempo a reaccionar cuando con tan solo un movimiento  hunde dos de sus dedos dentro de mi.

La expresión de su cara cambia totalmente, a una de deseo y burla.

Saca sus dedos de mi y los mira, o más bien, se fija en la cantidad de humedad que con tan solo una estacada ha conseguido formar.

— Siempre tan mojada para mí... — su voz grave hace que el pequeño bulto de terminaciones nerviosas que se encuentra entre mis piernas palpite ante la anticipación.

Se lleva los dedos a la boca chupando y saboreando mi humedad y con eso podría haberme corrido.

Maravillosas vistas.

Con su traje tan bien planchado y sin ninguna arruga y su pelo engominado.

— ¿Quieres correrte de esta forma? — pregunta y yo asiento de forma rápida, como si pensara que si hubiese tardado un segundo más en responderle se hubiese echado para atrás.