—¡no puedo permitir que te cases!
El castaño se detuvo al reconocer la voz del portador, sus llaves resbalaron de su mano al momento de querer abrir el coche.
—Steve...—su corazón latió con frenesí, ¿que hacía el ahi? No lo quería, no ahora—ya hablamos de esto.
—lo sé pero no la amas—lo enfrento—no me parece justo para ambos.
—solo intento protegerla.
Steve ni siquiera se inmutó por esa respuesta y comenzó avanzar con pasos lentos hacia el. Por inercia propia tuvo que apoyar sus manos sobre el auto cuando Steve apoyó sus manos sobre su cintura, estrechándotelo hacia el de forma que pudieran estar lo más pegado posible, lo sintió poner su barbilla sobre su hombro y pudo sentir el aliento de este recorriendo sobre su cuello como una descargar eléctrica.
Mordió su labio para evitar soltar un jadeo al momento que comenzó a rozar su nariz sobre su nuca.
—S-Steve...
—ella no podrá hacerte sentir tal y como yo Lo hago.
—no me hagas esto por favor.
—Tony—su mente se nublo ante la sola mención de su nombre en esos hermosos labios que tanto lo enloquecían—escapa conmigo.
Quería decir que si y acabar con esto, pero no podía hacerlo, se sintió una terrible persona.
—No, yo...
—por favor amor.
Apretó fuertemente sus ojos procesando lo dicho, ni siquiera lo pensó y se giró para abalanzarse sobre los brazos del rubio. Lo beso, lleno de fervor, tanto anhelo, tanto cariño que le costaba respirar pero no quería soltarlo, no quería hacerlo, al menos ya no.
***
Los minutos habían pasado y la gente comenzó a cuchichear sobre la tardanza del novio. Su madre trataba de darle consuelo pero Pepper ni siquiera la miraba, una sonrisa había surgido en sus labios al notar aquel "caballero" entrar por la iglesia.
—Señores—habló la persona sin atreverse a levantar la mirada—hubo un cambio de planes.
Todos quedaron sorprendidos.
Su padre solo pudo verla con los ojos entrecerrados como si ya hubiera intuido lo que sucedería esa misma tarde.
Se liberó de los brazos de su madre y comenzó acercarse hacia la persona misteriosa que se había atrevido a interrumpirlos.
—Te odio por llegar tarde.
—uy cuanto amor, pensé que te alegraría verme.
—Uhm si un poco.
La pelirroja solo negó y la tomó por la cintura para después unir sus labios en un fugaz beso.
¿Quien esperaría que el novio no fuera más que una mujer vestida de traje negro?
Absolutamente nadie, no lo aceptaron pero pocos les importó porque de todos modos pudieron casarse.
Steve y Tony lograron su cometido, se escaparon juntos para vivir una vida plena como ellos planeaban antes de separarse.
Es divertido como una situación cambie a otra y como ambos quedaron en mano de las personas que tanto amaron y amarán por siempre.
Fin(¿