Celos

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Tony Stark en su vida jamás había tenido celos por nadie e incluso cuando salió con Steve no le daban celos cuando las mujeres se le acercaban al rubio pues él era muy seguro de sí mismo además confiaba en su esposo y no tenía por qué dudar de él.
Recordaba en la secundaria que a Steve siempre le mandaban cartas a pesar de que sabían que salía con él, y aunque Steve siempre trataba de explicarle que él no las amaba que jamás leyó ninguna de sus cartas y que por su puesto jamás aceptaba los obsequios que le regalaban a él no le importó.

—tranquilo Steve, no soy celoso—dijo el castaño con una sonrisa.

—pero...—dijo el rubio confundido.

—pero nada—beso sus labios y sin objetar el rubio le correspondió.—nos vemos después—y con un último beso se fue.

Pero cuando nació su hija toda había salido bien hasta que la niña buscó más preferencia en su padre, a Tony le dio igual, pero lo que no podía soportar es que su hija quisiera estar siempre con SU Steve, él era su esposo por ende era suyo y de nadie más.

—lo siento Tony le prometí a Sarah que la llevaría al parque—eso derramó la última gota del vaso.

—¡No es justo!—grito molesto—¡Tu eres mi esposo Steve, deberías pasar tiempo conmigo, me tienes muy olvidado ya ni siquiera me haces caso por estar con la niña!

—vamos Tony no puedes estar celoso de tu hija—dijo Steve con una sonrisa.

—¿celoso yo? ja que estupidez me voy a mi habitación le llamaré a strange ya que él sí tendría tiempo para mi—se dio la vuelta pero Steve lo tomó del brazo.

—¡No te atrevas Anthony!—dijo Steve con seriedad, sabía cuanto le molestaba su esposo cuando salía con strange.

—pues él sí tendría tiempo para mi.

—Tony—dijo entre dientes—puedes salir con nosotros si quieres.

—ño—salió la rubia a la defensiva—papi dijiste que sholo seríamos tú y yo.

—pues que crees mira pequeña tu papi también quiere llevarme así que te aguantas—dijo con una sonrisa.

Steve negó con la cabeza y salieron los 3 de paseo.

Desde que la pequeño nació era muy inseparables de ambos pero con el tiempo fue tomando la decisión de que padre era su favorito y ese era steve pero Tony no se sentía celoso por quien quería más la niña, después de todo había heredado su inteligencia y eso amaba de su hija, además de que sus ojos también eran del mismo color que los suyos excepto por el cabello que lo había sacado igual al de su padre, rubio, pero lo que tenía harto es que la rubia no dejaba que se le acercara a su padre cuando ella estaba con él, se ponía muy territorial con su marido, y no se diga cuando duerme por que la pequeña chantajista le decía a Steve que si dormía con ella, si solo 3 veces a la semana dormía con su marido en la misma cama. Debes en cuando él leía cuentos para su pequeña, o a veces pasaban el tiempo juntos no es que su hija lo odiase pero solo cuando estaba con Steve es cuando se ponia como toda una alfa territorial de primera. Con él lo había sido pero solo cuando se la pasaba platicando con Stephen o cuando charlaba con otras personas y no le ponía atención. Eso amaba de su hija pero sus celos se estaban llenos al extremo, cada vez era la misma pelea por bien quien tenía la atención de Steve.

—¡Papá mira!—dijo la rubia dejándose caer en la resbaladilla.

—Steve vamos empújame—lo solicito Tony.

Sarah lo vio y corrió a sus brazos para que la cargara.

Tony la acomodó entre sus brazos para que el rubio los empujara a ambos, sujeto a su hija de su cintura para que no se le fuera a caer de los brazos si ganas no le daba pero no podía hacerlo.

—¡papá más rápido!—dijo la niña.

—ya escuchaste a tu hija danos tu mejor empuje—hablo Tony.

Steve solo sonrió ante sus dos amores, sin duda esos dos chocaban mucho pero al final de cuentas formaban un gran equipo para hacer lo que quieran o al mismo tiempo hacer que caiga ante sus berrinches.

—vamos abuelo tu hija se está durmiendo—dijo Tony, pues literalmente la niña había caído rendido en sus brazos.

—Tony por eso mismo debo ser cuidadoso—Steve paró el columpio y se hincó hasta Tony—¿quieres que te ayude?

—si por favor no puedo quedarme así enredado hasta que el sueño de mi hija pase, ya sabes que eres el sueño pesado de su padre—Steve tomó el pequeño cuerpo de su hija.

—deberíamos buscar un lugar para comer muero de hambre—dijo él omega.

—¿podemos comer hamburguesa?—dijo Sarah levantando su cabeza.

Ambos se sobresaltaron viendo a la pequeña despierta.

—¿no que estabas dormida?—dijo Steve viéndola con una sonrisa.

—estabas dándole muy lento—respondió encogiéndose de hombros—¿entonces si pueden ser hamburguesas?

—Sarah dijo hamburguesas, hamburguesas será y no hay excusas—dijo Tony soltando una risita por la protesta que estaba a punto de soltar—somos dos contra uno así que vamos que muero de hambre.

—¡si!—gritó la niña alzando sus brazos.

—tramposos—caminaron hacia el auto.

Una vez que subieron se dirigieron hacia un Mc donal's que se encontraba cerca.
Pidieron una cajita feliz para la pequeña pues al tener pequeños trocitos de manzana acompañada Steve decidió comprarla y pidieron dos combos para él y para Tony. Los 3 disfrutaron el tiempo en familia, Sarah se había acercado a los juegos mientras esperaba su comida, le había propuesto a Steve acompañarlo a subirse pero él rubio se negó.

—ve con papá Tony estoy seguro que él si cabría allá arriba—Tony lo miro molesto.

La niña se fue dando saltos alegres hasta llegar con el castaño.

—¡porfis, porfis, porfiiiis!—hizo sus ojos de cachorro tratando de sobornar a su padre.

—bien—dijo rodando los ojos ante el chillido de alegria de su hija—pero tú papi le tocará pagar todo nuestro pedidos.

—¡oye eso no es justo era tu turno!—dijo Steve cruzando los brazos.

—¡sabes que no puedo oírte desde esta distancia!

No le quedó más que aceptar lo dicho por su esposo a veces no entendía como esos dos podían hacerlo caer tan fácilmente.

Solo dire que la niña tiene 4 años

Nos estamos leyendo ✌️❤️

Pequeñas historias (stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora