Muchos de nosotros hemos escuchado acerca de que nuestra vida ya está escrita, que el destino ya tiene un final para nosotros, no importa si es bueno o malo, ya está escrito y no podemos cambiarlo, no importa cuantas veces lo intentemos las cosas solo ocurrirán, cosa que no permitiría Tony, buscaría hasta debajo de las piedras para encontrar el libro donde contenga su "historia".
—Tony estoy cansada—dijo pepper para luego sentarse a descansar.
—pepper no hay tiempo para descanso estoy seguro que debe de estar cerca por aquí—respondió el castaño.
—Tony ya hemos dado toda la vuelta—dijo soltando un suspiro, le dolían sus pies de tanto caminar y su amigo no entendía.
—por algo te dije que no vinieras—dijo observando el mapa.
Pepper solo lo miró con enfado, se levantó pero se quitó los tacones y se colocó unas zapatillas que tenía en su mochila. Continuaron caminando hasta que chocaron con un árbol, pepper se quedó a observarlo detenidamente luego llamó la atención del castaño, ambos tocaron el tronco.
Si sabeis donde buscar, encontrareis todas las respuestas, si te atreves a mirar más allá de la realidad.
¿Un mensaje? Vaya problema pensaron ambos ¿mirar más allá de la realidad? observaron todo el bosque, que podrían mirar más allá de la realidad, fueron caminando pensando en su respuestas.
—¡el bosque encantado!—grito Pepper sobresaltando al castaño.
—qué tonterías dices pepper eso solo es mito—dijo Tony restándole importancia.
—claro entonces por qué hay una luz amarilla por ahí—dijo apuntando la extraña luz que se asomaba a sus ojos.
Caminaron hasta donde se dirigía la extraña luz y efectivamente ahí es donde encontraron aquel libro que tanto había buscado Tony.
—¡lo tenemos!—gritaron al mismo tiempo.
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—bien...¿y ahora que harás con el?—pregunto pepper una vez que llegaron de nuevo a New York.
—no lo sé supongo que puedo hacharle un vistazo al final, tal vez pueda modificar algo que me desagrade—respondió Tony.
—no lo sé Tony, no creo mucho en estas cosas pero veamos—se sentó a lado del castaño y abrieron el libro por la parte de en medio.
Día 366
24 octubre del 2015
Tony Stark demuestra ser un genio ante su familia, siguiendo los pasos de su padre, tratando de mostrar de lo que puede ser capaz para impresionar a su padre. Cada día se esforzaba creando un invento nuevo.
El concurso de la feria de ciencias llegó...
Tony se detuvo recordando aquel suceso.
—¿qué pasa Tony?—preguntó la pelinaranja.
—n-nada...—siguió con su lectura
El joven Anthony se encontraba entusiasmado, estaba seguro que una vez que ganara aquel concurso su padre estaría orgulloso de él, y estaba más ansioso por que por fin su padre había decido ir a verlo.
Veía al maestro pasar por cada lugar también observaba como algunos padres llegaban para apoyar a sus hijos. Logró ver a su madre pero no vio a su padre se acercó ella para preguntarle acerca de su padre.
—se le hizo tarde pero ya llegara—eso lo dijo entre lágrimas recordándolo.
Asintió y fue dejando a su madre para colocarse en su lugar, aún así no pudo dejar de mirar la entrada de la academia para lograr ver si su padre llegara. Su turno había llegado y no había rastros de Howard, buscó por todas parte con su mirada y nada, no le quedó de otra más que presentarla claro después de eso anunciaron al ganador y como siempre él ganó.
Su madre lo felicitó como siempre lo hacía, Jarvis llegó con un regalo para él por su logro pero aún así eso no lo animó. Llegó a su casa y se encerró.
