No me importa si estás aquí o si no estás solo.
No me importa, ha pasado mucho tiempo.
Terminé de abrocharme mi saco y me mire al espejo, notando lo bien que encajaba conmigo, Steve había decidido comprarme un traje nuevo, aquello se me hizo bastante extraño por que normalmente yo elegía mis propios trajes, porque tenia en cuenta cuales hacian notar un poco de mi personalidad extravagante y el que esta vez lo haya elegido Steve si era raro de ver. Se asomó por el marco de la puerta para preguntarme si ya estaba listo, yo le sonreí y asentí.
Esa noche me dijo que iríamos a cenar puesto que tenía que decirme algo, sea lo que sea lo enfrentaría, aún así me sentía nervioso, tal vez ya se cansó de mi, o tal vez me pida matrimonio no sé qué esperar realmente pero sabía que la segunda opción no era, puesto que su tono de voz sonó bastante grave y con seriedad había dicho la palabra "tenemos que hablar" así que asumí que era algo de suma importancia.
Me tome un respiro antes de salir por la puerta.
Ese día el condució, nadie dijo nada, estábamos en silencio los dos, casi podía sentir el ambiente tenso y pesado a la vez, eso solo ocasionaba que mis nervios aumentaran, Steve pudo notarlo, y me tomó la mano sin dejar mirar el camino eso me tranquilizo un poco.
El auto se detuvo en un restaurante bastante elegante, no me sorprendía puesto que era mi restaurante favorito siempre veníamos a comer aquí cuando salíamos.
Antes de bajar me dijo que esperara un rato y así lo hice, hablo con el hombre de la puerta noté que había desviado su mirada hacia a mi, algo ocurriría esa noche y yo no estaba enterado.
Después de un rato se acercó hacia mi y abrió la puerta para que yo pudiera bajar, le agradecí y nos adentramos hacia el restaurante. Poco después nos llevaron hasta nuestra mesa, durante ese pequeño transcurso mis nervios aumentaron cada vez más.
Tomamos asiento uno en cada lado, Steve miraba hacia al frente como si esperaba algo.
—¿pasa algo?—pregunte dejando salir mi inseguridad.
—espera, ahí viene—yo lo mire extrañado.
—¿quien viene?—pregunte con enfado.
El mesero depositó ambas copas con vino tinto en nuestra mesa.
—ahora si—continuó hablando—hay algo que quería decirte hace mucho tiempo...
Mis manos comenzaron a temblar y mis labios también, tomé mi copa, podría jurar que se escuchaba el tintineo de la copa chocar con mi reloj y que el líquido que llevaba adentro se tambaleaba lo bebí para ocultar mi inseguridad.
—soy el capitán Hydra—susurro bajito
Escupí mi bebida, no estaba seguro si fue por lo que dijo o por qué sentí un sabor amargo dentro de la bebida.
Trate de hablar, pero no salían palabras de mi boca, mi garganta se sentía seca. Gire mi cabeza para poder verlo a la cara, me sentía algo mareado y desorientado, trate de agarrarme de la mesa para obtener un mayor agarre y no caerme.
—¿que ocurre Tony?—me miró sonriente.
Ese maldito le había puesto algo a mi bebida, cerré mis ojos quedando inconsciente.
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Abrí mis ojos y estaba de lado de él, durmiendo, me sobresalte y baje rápidamente de la cama.
Él se removió entre las cobijas y abrió sus ojos para mirarme fijamente, su mirada reflejaba algo de confusión al notar como comenzaba alejarme de él.
