Despedida

1.3K 106 3
                                    

Una última noche, solo una para celebrar su ultimo años juntos, se juntaron todos para realizar una fiesta, fiesta sin reglas ni adultos que se interpusieran en su camino, esta noche sería solamente de ellos, si llegaba la policía ya se las arreglarían pero por ahora solo podían celebrar.

Bucky y Natasha se encontraban en la pista de baile, bailando al compás de la música, junto con otras personas, loki se les unió después pues no quería no quería quedarse con Thor su estupido hermano siempre lo avergonzaba en todo.

Steve solo podía observarlos desde lejos él no era de salidas, ni mucho menos de fiesta, para él esto le parecía una total locura pero pues ahí se encontraba solo en una de las mesas, bebiendo más que una simple piña colada con algo de licor.

—vamos steve anímate—decía su rubia amiga.

—déjame en paz Sharon ya bastante tengo con venir aquí—dijo enojado—si no fuera por ti, Natasha y Bucky estuviera en mi habitación leyendo un libro.

—Steve son vacaciones deberías hacer algo divertido—dijo ya cansada la rubio—estaré en la parte de los batidos locos por si se te ofrece algo.

El rubio solo asintió estaba cansado, molesto odiaba estar ahí, preferiría que sus amigos lo llamaran aburrido y aguafiestas nunca fue de ir alguna por que odiaba la música que ponían como "perreo" "reggaetón" lo único bueno en esa fiesta era la comida que servían y una que otra bebida de su agrado pero nada de lo normal.

Su amigo Thor se acercó para charlar un poco y para arrastrarlo a la pista de baile pero él se soltó de su agarre, sintiéndose observado por todos y todos los murmullos que susurraban sobre él se hicieron intenso, incluso la música se había parado.

—Steve—Natasha lo miró preocupado.

—me tengo que ir—fue caminando entre toda la gente.

La música continuó y las personas volvieron como si no pasara nada, de todos modos Steve ya se sentía humillado se detuvo al sentir un brazo que lo jalaba hacía quien sabe donde.

—¿ya te vas?¿porque? La fiesta apenas comienza—le miró fijamente.

—no me gusta vivir rodeado de personas—dijo desviando la mirada.

—a mi tampoco vámonos de aqui—lo miró con una sonrisa.

Steve se la devolvió, de nuevo sintió el jalón y se dejó guiar por el castaño por todo el pasillo hasta salieron llegando a un jardín de flores que se encontraba en esa mansión.

—¿y ahora que piensas hacer?—pregunto steve confundido por el jardín.

—no lo sé creo que me eh perdido—dijo sincero el castaño.

—¿estas ebrio?—preguntó divertido.

—¿por qué haces tantas preguntas?—respondió Tony acercándose más a él.

—no lo sé curiosidad—río bajito

—¿y tú sabes que la curiosidad mato al gato?—lo tomó del cuello del saco.

Vio como el castaño se levantó de puntitas para dejarle un casto beso, le sonrió, tenía las mejillas rojas por el alcohol, sintió como el muchacho se iba a caer pero alcanzó a sostenerlo por la cintura.

—¿estas bien?—steve lo volvió a mirar preocupado.

—si es solo un mareo ya pasará—estiró sus brazos como si de un bebé se tratara—estoy cansado ¿me cargas?

—¿estás hablando en serio?—steve negó con la cabeza por lo que iba a decir—¿qué tal si soy un hombre malo que me quiero aprovechar de ti?

—¿y qué tal si yo fuera el hombre malo y te hubiera arrastrado hasta tu tumba.

Eso era un buen punto estaba atrapado, lo levantó con cuidado y sintió como él castaña se acomodaba en su pecho.

Tony dio un hondo profundo aspirando ese perfume del rubio que tanto usaba, lo amaba tanto, jamás tuvo la oportunidad de acercarse al rubio, porque este era muy dedicado a la escuela, era un hombre de bien y él era todo lo contrario, respiro profundo dejándose embriagar por aquel aroma.

—hueles delicioso—susurró el genio dejándose arrastrar por el sueño—eres un gran hombre Steve y se que jamás te aprovecharías de alguien como yo.

—como sabes de mi..—detuvo su andar para mirar al castaño pero ya se había quedado dormido.—no tienes remedio.

Pasó uno de sus mechones por detrás de su oreja, su cabello era ondulado, que Steve tuvo la sensación de querer atrevesar sus dedos por el cabello del chico pero se contuvo, así continuó llegando hasta su auto.

—mis amigos van buscarme—soltó una risita.

Si voz hizo sobresaltar al rubio, pues creía que ya se había quedado dormido.

—iba ir a dejarte a tu casa.

—si claro—río irónico—ni siquiera sabes donde vivo.

—si tienes razón—se encogió de hombros—bueno ¿y vas a decirme donde vives o solo te quedarás ahí mirando?

—preferiría ir contigo a donde sea—volvió a reír, el alcohol ya estaba haciendo estragos en su sistema.

Un timbre...dos timbres...tres timbres y nada.
—¿no vas a contestar?—lo miró Steve desde su aciento.

—nah lo dejare para después—dejó su cabeza caer en el aciento de la parte de atrás del coche de Steve.

—¿al menos me dirás tu nombre?—colocó sus llaves para encender el auto.

—dejare que te des cuenta—sonrió con sorna.

—si quien eres—colocó su espejo para que lograra ver el rostro de Tony.

El castaño solo le hizo una señal con la mano haciendo como que si no le creyera, Steve lo ignoro y continuó su camino.

—eres un hombre...—Tony lo interrumpió por que se empezó a reír.

—¿no en serio?—se tomó la cabeza mientras reía—eres gracioso ¿sabes?

—no me dejaste terminar—se detuvo en el semáforo y aprovechó para mirar de frente al castaño.—desde tus ojos puedo ver qué sufres por un amor no correspondido, y por algo que te atormenta en tu pasado, sueñas con demostrar lo grande que eres, que las personas que decían que no podías se equivocaron, qué hay bondad en ti a pesar de que lo ocultas tras todo ese sarcasmo con el que me hablas, pero aún así te mantienes fuerte por ti, por todos tus familiares, amigos que te rodean, eres grande Tony Stark.

El semáforo cambio de rojo a verde, Steve pasó su vista de nuevo al frente.
Tony quería llorar, todas esas emociones que sentía no sabía si eran causado por el alcohol o por lo que le dijo steve, se quedó en silencio analizando la situación, con un brazo se ocultó sus ojos que estaban rojos.

—eres un idiota—musitó el castaño—tu no sabes nada de mi.

—¿me equivoque en algo?

Tony no contestó se quedó en silencio sin saber a donde mirar, las lágrimas de sus ojos seguían brotando.
Steve se estacionó y se bajó para abrirle la puerta a Tony.
El castaño miró su casa y volteo a verlo de nuevo.

—¿sabias donde vivía?—preguntó desconcertado.

—se muchas cosas de ti stark, también sabía de tus sentimientos sobre mi, lamento no poderte corresponderte bien pero puedo hacer una excepción, seamos amigos mientras.

—e-está bien—agachó su mirada, se sentía absurdo.

Steve levantó su cara del mentón no quería que el castaño estuviera triste por su culpa.

—hey no estés triste aún podemos conocernos mejor y ya veremos qué pasa más adelante.

—yo...—Steve dejó un beso por su mejilla antes de que entrara a su casa.

—nos vemos después Tony—se despidió y tomó camino en su coche.

Pequeñas historias (stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora