Tony se adentró con sigilo, Bucky y Natasha le cubrían de espaldas, mientras tanto Clint se encontraba en el techado para tirar desde la parte arriba.
Bruce y Thor distraerían a los guardas.
—amigo es tu momento—dijo Thor en cuanto vio como un motín de personas se le juntaban.
Un rugido salió por su boca mientras se transformaba.
—¡Hulk aplasta!—con dos de sus pasos logró acercarse hasta donde estaba Thor, logrando tiras a varios con solo un aplauso.
.
.
.—¡señor se están acercando!—le dijo rumlow al rubio.
—déjalos pasar—una sonrisa maquiavélica se formó en sus labios.
El peli-negro asintió, abrió las compuertas.
Natasha, Bucky y Tony, miraron alrededor con desconcierto, miraban para todos lados y no habían nadie, caminaron un par de pasos más.
Una risa los hizo parar en seco y voltearon hacia donde provenía aquella, su sorpresa fue ver al que alguna vez consideraron parte de su equipo, portaba aquel uniforme
Era como una versión de su uniforme original solo que versión negra y con la imagen de un pulpo rojo por la parte de en medio de su pecho en lugar de una estrella blanca.
—¿Que?—les sonrió divertido—¿les gusta?, lo sé es fabuloso, aunque no estoy del todo seguro de que esto combina con todo lo que soy.
Ninguno había respondió a la pregunta, se quedaron sorprendidos con el cambio del rubio, incluso sus ojos eran de un color distinto, eran de un rojo muy intenso que mostraba miedo, terror y sin duda sin una pizca de arrepentimiento de lo que podría cometer. Es que como si todo lo que quedaba de la escénica de Steve se hubiera fumado en dos por tres, ya no quedaba nada de esa amabilidad de lo que algún día fue, solo había sangre y satisfacción por lo que hacía.
—Steve, no puedo creerlo—hablo Barnes aunque no pudo boquear atónito a lo que veía—viejo tu no eres así.
—acostúmbrate, no se por que lo dejaste este realmente me hace bien—extendió sus brazos mirándose—pero no creo que por esa sea la razón para lo que allan venido, pero acompañante hay mucho que celebrar por aquí.
—¡tu no eres Steve!—bufo molesto el castaño.
Steve retrocedió y lo miró con una sonrisa de oreja a oreja, que dejó un temblor por todo su cuerpo.
—tal vez lo soy, tal vez no, quien sabe—soltó una carcajada—tu mascota están divertida.—dijo quitándose una lágrima falsa.
—vamos Steve esto no es gracioso—rugió Natasha mirándolo con seriedad.
—¿no lo es agente Romanoff?—giro a verla esta vez—si no mal recuerdo, tu fuiste una de las primeras asesinas que sirvió para SHIELD ¿o me equivoco?.