Steve se encontraba esperando a su amigo, pues su boda era la próxima semana y ahí estaba el acompañándolo a buscar un traje, claro él ya tenía uno solo faltaba Bucky quien a unos días de su boda y apenas estaba viendo algunos, estaba comenzando a desesperarse pues Bucky ya había tomado como 8 trajes y ninguno le había gustado de hecho este era el noveno que él había visto luego le extendió otro y el castaño lo tomó para vestirse.
—creo que me quedo con este ¿Que opinas steve?—pero el rubio ya no se encontraba.—¿steve?
Pago por el traje y salió, abrió el paraguas para que el traje no se fuera a mojar y maltratar, pudo observar a lo lejos a su amigo rubio que se encontraba arrodillado.
—¿steve?—dijo tocando el hombro de su amigo.
—oh Bucky ¿por fin elegiste uno?—pregunto divertido Steve.
—si creo que este le va gustar más a Natasha ¿que es eso que tienes ahí?—señaló el pequeño bulto que tenía Steve.
—es un gato lo encontré en esa caja—respondió Steve levantándose de su lugar—aún que hasta ahora no sé qué sea esto que tenga en su pecho—dijo steve tocando el pequeño artefacto que tenía el gato que se había removido por la intromisión.
—bueno sea lo que sea es mejor que nos vayamos antes de que comience a llover más—hablo Bucky.
Se alejaron de la tienda, Steve cubrió el gato con su chamarra y Bucky le compartió del paraguas para que el gato ya no se mojara más de lo que ya estaba para después tomar el primer taxi que apareció, le dieron la dirección y se dirigieron a su departamento, ambos compartían el departamento aún pues ambos se dividían los gastos solo que ahora que Bucky iba a casarse con su amiga Natasha y entre los dos buscaron una casa para vivir los dos juntos; Steve le dijo que iba extrañar pelear con él por la madrugada pero era la felicidad de su amigo y amiga así que le ayudó un poco con sus cosas, así que en el departamento quedaban pocas prendas de Bucky.
—¿Que vas hacer con el gato?—pregunto Bucky una vez que salieron del taxi—recuerda que no permiten mascotas.
—pues no pienso dejarlo solo—sin más ganas de pelear lo oculto y tomando camino deprisa para que no lo descubrieran.
Bucky lo siguió y no dijo nada, solo esperaba que su amigo no se aferrara tanto al gato o lo sacarían de ese lugar, pues sabía que donde trabajaba Steve no era bien pagado e iba a batallar para encontrar un buen lugar que fuera económico para el.
—¿Crees que te vendría mejor un baño?—el gato solo maulló en respuesta—creo que mañana lo llevaré al veterinario para que le revisen esto, no puedo creer que existan personas que experimenten con animales—comentó Steve con tono serio.
—lo sé steve pero pues..¿Que se les puede hacer?—contestó Bucky—no todas las personas aman los animales y los lastiman.
—si tienes razón, este gato tuvo la suerte de que yo lo encontrara—acarició sus orejas y este comenzó a ronronear—es muy lindo.
—¿eh...steve?—miró con extrañeza al rubio.
—oh cierto iba a darle un baño—tomó al gato y lo llevó para darle un baño de agua caliente.
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Ya había cumplido dos años con el gato, desde que llegó nunca más volvió a sentirse solo claro que de vez en cuando se escapaba por la ventana del departamento, tenía una gran suerte de que los vecinos no lo vieran cuando salía con su gato, estaba sentado viendo la televisión con un bowl que ya llevaba la mitad de palomitas, cuando sintió que su gato se coló entre sus piernas y se recostó.