Un muchacho de al menos unos 23 años se encontraba sentado mientras dibujaba para distraer la mente pues era su día descanso que no sabía como aprovechar la tarde más que para dibujar pues al llegar a ese mundo tuvo que tomar los dotes de un humano normal y trabajar para mantener su hogar aún que también aprovechó su día para visitar a cierto castañito.
—¡te encontré step las traes!—gritó el castaño tomando una de las piernas del rubio.
—ven acá pequeño Anthony—se levantó para alcanzar al pequeño que corría en la sala.
—¡No corras Anthony!—grito Howard para luego colocarse el saco.—perdona Steve que tengamos que dejarte a este torbellino—dijo revolviéndole los cabellos a su hijo.
—no es un problema para mi Howard—dijo Steve tranquilo.
Maria solo se colocó de cunclillas para estar a la altura de su pequeño.
—pórtate bien Anthony—dijo la
Madre del castaño—hazle caso a Steve, odio dejarte solo pero nos vemos dentro de tres días—beso la mejilla del pequeño y salió junto con Howard regresó su mirada para observar cómo el pequeño se despedía de ellos con su manita.
Steve lo levantó para juntos dirigirse a la cocina donde ambos serían las estrellas para realizar la merienda del día normalmente cocinaba con su madre dado a que Howard siempre se la pasaba en su taller pero eso no significa no pasaba tiempo con su hijo por que algunas veces salía a pasear los 3 pero él amaba cocinar con Steve y eso nadie se lo quitaría.
—¡Step las galletas! ¡Las galletas!—gritó el castaño al ver cómo las bolitas se extendían.
—si Tony galletas que pronto podrás disfrutar con leche—dijo Steve viéndo al pequeño que se frotaba la barriga.
Escucharon el sonido un ding del pequeño temporizador que tenían para hornear y sacaron las galletas Tony iba a tomar una pero Steve lo detuvo para que no se quemara dado que este era un niño demasiado dramático la última vez que tocó una galleta sin dejarla enfriar hizo una rabieta como nunca que Maria ni Steve pudieron callarlo hasta que fue Howard que le preguntó qué era lo que sucedió a lo que el niño señaló la galleta, Howard la tomó y la tiro al suelo y la piso diciendo galleta mala por qué había quemado a su hijo a lo que Tony sonrió e imitó a su padre, enseñándole su lengüita a la galleta tirada que se encontraba rota. Desde ese día jamás volvieron a dejar que Tony las tomara así dado a que les tocaría recoger después y eso de desperdiciar comida no era una de sus tantas aficiones.
—bien ahora si puedes tomarla—dijo extendiéndole una con su mano que Tony tomó gustoso.
—mmm yica—dijo Tony asintiendo mientras estiraba sus brazos para recibir su leche tibia.
—aquí tienes pequeño—dijo Steve.
—step ¿puedo tomar otha?—preguntó el castaño.
—claro amor—respondió Steve cargando al pequeño para que la tomara.
Entre los se acabaron las galletas de chispas con chocolate claro dejándole al mayordomo que regresaba mañana de sus vacaciones dado a que el castaño le dijo al rubio que dejaría 4 para jarvis que regresaba de Hawaii o eso fue lo que pronunció él y luego se dirigieron a la cama, el rubio le contó un cuento pero se quedó dormido con el pequeñito en brazos.
En la mañana siguiente escucho tanto movimiento en la casa que salió rápido claro después de haberse lavado la cara derrepente vio a Natasha ahí en la mansión.
—rápido tienes que ver esto—dijo prendiendo la televisión con las noticias en donde anunciaban el accidente de un autobús afortunamente solo dos personas sobrevivieron.
