—¡vamos Tony suéltate!—gritaba un rubio mientras miraba al castaño que se encontraba arriba de un árbol aferrándose a una rama.
—¡No stiff me voy a caer!—grito el castaño sollozando.—tengo miedo.
—¡vamos Tony yo te atrapo!—le grito de vuelta.
—¿lo prometes?—pregunto mirándolo por primera vez después de todo eso.
¿Pero como comenzó todo esto?
Tony y Steve se encontraban en un parque jugando con un frisbi volador ambos se lo pasaban entre ellos pero hasta que una de esas el rubio lo lanzó muy fuerte que quedó atrapado entre las ramas de los árboles, su diversión había terminado iba a dirigirse hacia su mamá pero vio como Tony subía entre los árboles y cuando llegó a la rama donde había quedado el frisbi atorado este cayó pero Tony ya no pudo bajar dado a que vio el suelo y le dio miedo que se quedó ahí llorando. Ahora volviendo al presente.
—lo prometo Tony—vio como Tony saltó a sus brazos cayendo el de espaldas pero protegiendo a Tony con su pequeño cuerpecito.
—¡Steve! ¡Steve!—Tony gritaba de desesperación.
Por más que steve trataba de responderle no podía se sentía mareado lo único que recuerda fue ver a un Tony aferrándose a él y calló dormido. Después de unas horas desperté su madre lloraba y agarraba su brazo mientras le decía que todo estaría bien él solo veía borroso al parecer se encontraba en un hospital por que la luz lo comenzó a molestar sus ojos los sentía pesados su madre le gritaba que no durmiera hasta que el doctor lo revisaba pero él no alcanzaba a entender muy bien ya que solo se encontraba ese fastidioso pitido volvió a quedarse dormido su cuerpo comenzó a temblar y sudaba no entendía muy bien escuchaba una voz pero una voz en el fondo que lo dejaba intranquilo.
—él lo hizo—dijo la voz
—¿quien—preguntó
—tienes poco tiempo—contesto de nuevo la voz.
Su cabeza comenzó a soles y despertó abriendo sus ojos poco a poco encontrándose con un niño acostado encima de él llorando mientras ocultaba su teatro en su pequeño pecho. Él le acarició esos cabellos marrones a lo que él niño solo volteó y lo miró.
—steve que bueno que estas bien—y se lanzó a abrazarlo el solo soltó un quejido—lo siento—bajo la cabeza.
—no pasa nada ¿y qué haces aquí?—pregunto steve—¿donde están tus padres?
El niño lo miró confundido por su actitud pero se levantó.
—Steve soy yo Tony estábamos jugando en el parque y tú me salvaste pero caíste por mi culpa—dijo Tony bajando la mirada.
—lo siento Tony no se quien eres solo recuerdo que estaba gritándole a alguien en un árbol y luego nada.
—¡era a mi a quien gritabas! ¡Dile Sarah!—gritó el niño llamando la atención de la madre de Steve.
El doctor entró viendo cómo el niño comenzaba a gritar y sangolotear a su paciente que no le quedó más de otra que pedir que lo sacaran per Tony se negaba a dejar a Steve y se aferraba al rubio diciéndole que no dejara de lo llevaran pero Steve no se inmutó y él niño gritó más fuerte haciendo que steve lo mirara preocupado se sentía terrible por no recordarlo ni siquiera reconoció a su propia madre pero le mostró una foto donde estaban ambos que fue como un click que diera su cerebro.
—Steve por favor—suplicaba el castaño.
—está bien no sé lo lleven—Tony le sonrió lo cual le estremeció es como si algo dentro de él se removiera—no te preocupes mamá estaré bien.
