Dos pequeños se encontraban jugando en el patio enorme de la gran casa, se divertían ambos corrían por todo el lugar jugando a que eran hechiceros y se lanzaban ataques, Steve de vez en cuando se tiraba exagerando que los poderes de Tony le dieran y este rápidamente se abalanzaban con Steve gritándonos que no podía morir por que era muy joven y tenían una gran vida por delante junto a él.
—¿Tony ya puedo quitarme esta sábana?—dijo Steve sacando su cabeza de la sábana.
—no steve se supone que estas muerto—contesto Tony colocando la sábana de nuevo en su rostro para después depositar una rosa encima del pequeño cuerpo de Steve.
—¡Tony hace calor!—gritó Steve exasperado.—¡además no puedo respirar y ahora si moriré de verdad!
Tony se asustó e inmediatamente sacó a Steve de las sábanas y lo ayudó a levantarse del suelo, luego de un rato se dirigieron a la cocina pues la madre de Tony, Maria había horneado galletas para los nenes junto con un batido de fresa para steve y uno de chocolate para Tony pues este era el favorito del niño.
—Esas galletas huelen deliciosas—dijo Howard tratando de tomar una pero Maria le dio un manotazo haciendo reír a los pequeños—y ustedes diablillos no deben reírse de las desgracias de otros ¡vengan acá!
Unos gritos y risas se escucharon por toda la casa pues un Tony y Steve eran perseguidos por el Stark mayor; Maria solo veía divertida aquella escena pues Howard no era una persona de mostrar sus sentimientos ante nadie pero por su hijo hacía todo lo que podía lo mimaba, se preocupaba por el
Así que si se podría decir que si Tony era un niño mimado era por parte de su padre pero eso no quiere decir que Maria no lo mimaba pero no a tal extremo que Howard ella le daba la educación necesaria a su hijo y lo guiaba por el buen camino aunque Howard le daba lo contrario si Tony quería algo y no se lo daban se ponía a llorar y así chantajear a su padre.
— Maria ya estoy muy viejo para esto—dijo sentándose en el gran sofá.
—¡al ataque!—gritaron los niños Tony llevaba unos wantes con lucesitas y Steve un escudo.
— ¡No! ¡Maria auxilio!—demasiado tarde ya se había subido arriba de él.
—¡Tony dejen a tu padre!—grito Maria desde la cocina—¡vengan las galletas ya se enfriaron!
—¡galletas!—gritaron los tres para levantarse e ir corriendo a devorar las deliciosas galletas de Maria.
— Muchas gracias señora Stark—agradecía Steve con la galleta en la mano.
—¡si mamá están muy deliciosas!—respondió Tony quien tenía manchada la cara por el chocolate.
— Tony tienes una marchita aquí—señaló steve con su dedo en su mejilla pero Tony sabía sin saber hasta que steve sacó su pequeño pañuelo y lo limpio—¡ya está!
Tony lo miro un breve momento y Steve lo miro incómodo por que Tony no reaccionaba.
— ¿pasa algo Tony?—pregunto steve fue cuando Tony se acercó para darle un besito en su mejilla ocasionando que las mejillas de Steve se pusieran rojas.
—gracias stevie—contesto divertido el castaño dejando su vaso vacío sobre la mesa—¿ya nos podemos retirar?
—claro que si cariño—dijo Maria volteando a ver a Howard.
—cierto yo también me despido niños adiós Tony—un beso en su mejilla a lo que Tony hizo una mueca—nos vemos cariño—un besos en los labios a Maria—y por último nos vemos steve—en este solo revolvió sus cabellos.
Ambos se encontraban en la habitación de Tony con una lucesita que tenía como pequeñas estrellas mientras se ocultaban debajo de las cobijas contando historias para entretenerse o leían un cuento de los que siempre cargaba Steve pues Tony solo quería leer libros de mecánica que él no entendía.
—¿Tony puedo preguntarte algo?—dijo sonrojado Steve.
—ya lo hiciste—respondió con burla tapándose la boca.
—Tony—dijo serio el pequeño Steve.
—bien—respondió el castaño mirándolo a los ojos.
— ¿puedes ser mío?—Tony se sobresaltó ante la pregunta pero lo abrazo.
—solo si puedes ser mío también respondió el castaño.
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— ¡que vivan los novios!—se oian los gritos de todos.
— ¡felicidades hermano!—se escuchaba los gritos del castaño de ojos azules.
— ¡el stony por fin es canon!—gritaba el rubio cenizo.
—¿listo para salir?—pregunto el rubio mirando a su ahora esposo.
— yo siempre estoy listo capitán—ambos se fundieron en tierno beso y salieron de la iglesia tomados de la mano.
Todos celebraban en el salón junto con los novios, todo era perfecto tantos años de convivio esa noche en la habitación de Tony era el comienzo de todo una vida juntos como lo prometieron.
—¡Steve!—gritó un castaño entre gemidos.
—aún no te corras amor todavía nos queda una noche larga—dijo Steve seductora mente.
—ah!...no creo poder aguantar capitán—dijo aferrándose a la ancha espalda de Steve.
—lo haremos juntos—soltó un suspiro y ambos se corrieron—eres mío Tony.
—siempre lo eh sido Steve—y se acurruco entre su pecho para que pudieran dormir tranquilos.
Al final todo había salido bien tenían una gran familia, adoptaron a dos pequeños gemelos Peter y Jonny, Steve tenía a su maravilloso esposo jugando con los pequeños que le recordó a cuando eran pequeños aquel momento donde decidió enfrentar sus emociones con el castaño ¿quien diría que ahora son una familia? Todo puede pasar en el futuro pero por el momento solo existía él su familia, sus amigos; si estuviera su difunta madre le diría que estaría orgulloso de él por no dejarse influenciar por los malos comentarios y continuar con su vida. Si bien no estuvo con ella después de los 4 años pues madre murió de un cancer y padre se encontraba en el ejército que había quedado al cuidado de los Stark a petición de Joseph. Fue ahí donde conoció a su gran amor Tony solo tenía 3 años cuando él llegó a la casa de los Stark y fue bien recibido, tenía mucho que agradecerles por todo y por darle al mejor esposo que podría tener.
—¿amor en que tanto piensas?—preguntó el castaño quien había dejado a los niños en sus respectivas cunas.
—en lo maravilloso que ma haces por esta familia que me haz dado—dijo tomando las mejillas sonrojadas de Tony.
— eres un idiota—dijo tratando de desviar la vista pero Steve lo atrajo de nuevo para darle un beso en sus labios—te amo capipaleta.
— y yo a ti Tony.
