- Siempre puedes confiar en Big mama -

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Surt estaba revisando su cartera. Necesitaba comprar cosas para un trabajo de la escuela y resulta que lo había gastado en nuevo equipo de medicina para sus misiones y comida de la calle.

La primera fue por las heridas de sus misiones -cada vez más salvajes- y la segunda por hambre y ofrenda a un Dios.

Sin duda estaba sin plata y fue a pedirle dinero a su mamá.

- Mamá, ¿Me puedes dar 20 pesos?- pregunto con algo de duda.

- ¿Qué hiciste con el dinero que te dí?

- hubieron contratiempos y tuve que gastarlos -

- ¿En el puesto de burritos al pastor? -

- ................. -

- cuando dejes de gastar dinero y meterte en peleas te lo daré -

Sin mas se fue. Desventajas de no poder decirle a tu madre que protejes su realidad y salvar al país de dioses locos.

Paso por el asiento de su abuelo dónde leía un periódico.

- oye mi'ja debes tener mucha sed, ¿verdad? - dijo con un sonrisa traviesa.

- no abuelo -

- si tienes mucha sed -

- no, no tengo sed -

- si tienes -

- no -

- ¡Si tienes! Ahora ve al refrigerador y bebe una botella de agua -

- pero hay agua en la jarra -

- pero no es fría, ahora ve a beber agua -

Sin mas fue a la cocina abriendo el refrigerador y se encontró con una botella de agua fría con un billete de 50 pesos debajo de el.

Haber, haber, haber. ¿Cómo habían puesto un billete en el refri?
¿A qué hora paso esto?

- ¿verdad que se te quito la sed? - dijo con burla su abuelo.

- claro que sí -

Tomo el billete guardandolo en su bolsillo y de paso llevándose la botella de agua.

Siempre amaba a su abuelo por estas cosas.

- le diste dinero ¿Verdad papá? - pregunto Elena.

- ...... No mija,.....¿Quién es dinero? -

Al menos saben de quién heredó la conducta rara.

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El abuelo de Surt fue el único miembro de su familia que sabía que le trabajaba a un dios.

La cuidaba y apoyaba con lo que podía y evitaba que se rompiera por la presión, la tristeza y el enojo.

Además le enseño a ser bandalo y robar llantas de carros, a vivir la vida loca, hechar desmadre y no confíar en la suerte.

Viva el abuelo de Surt.

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