albedo;;

1.7K 79 10
                                    

[BORRADOR 2021]

advertencias:: turbio, no romántico, toxico, trauma psicológico, daño físico,  etc, etc

Ah y, es un universo alterno.

...

Y ahí estaba el alquimista genio de Mondstatd yendo de allá para acá con sus tantísimos experimentos, detrás de éste la tímida Sucrose tratando de seguirle el ritmo. Albedo estaba algo agitado hoy, luego de haber regresado de Espinadragón y haberse topado con el famoso viajero de otro mundo, se sentía incompleto. Quiero decir, no le era suficiente el haber experimentado superficialmente con él con simples pruebas y una poción, aunque tampoco es que hubiera podido llegar a más sabiendo que Aether es una persona muy ocupada. 

Pero había un inconveniente en su deseo de llevar a otro paso sus invenciones, nadie estaría dispuesto a ser participe de ensayo, fallo y luego que por suerte funcione. Era algo así como ser el conejillo de indias de Albedo, o básicamente eso, en pocas palabras. Al principio pensó en su asistente, pero no quería perjudicarla ya que le era de más ayuda en otras cosas del trabajo. Así se mantuvo por días y días, buscando a quien utilizar que no sea tan llamativo a la vista de todos, alguien que pase desapercibido pues sería inútil alguien como Kaeya, Amber, u otros caballeros reconocidos.

Nadie en su sano juicio se dejaría experimentar. ¿Qué podría hacer entonces? A pesar de que realmente no tenía cosas tan excesivas planeadas, solo necesitaba de alguien que le ayudase a probar sus cosas ya que si él lo seguía haciendo terminaría muerto y no habría maestro de alquimia en Mondstadt. Tampoco es como si se lo tomara como egoísta, simplemente tiene alumnos a los cuales dejarle sus conocimientos. De modo que, tenía que dejar ese deseo de ansiedad de lado y dedicarse a otros experimentos con la naturaleza, el entorno y hasta slimes, quizás algunos Hilichurls. 

Sino hasta que simplemente un día, Barbatos de pronto escuchó sus deseos y el viento le llevó en bandeja de plata a alguien. 

-Siento haberle quitado tiempo, maestro Albedo. -La chica hace una reverencia frente al chico ligeramente asombrado. 

-No es nada, ¿qué sucede?

Le miró expectante esperando con ansias sus palabras a continuación. 

-Sé que usted- 

-Puedes tutearme si así lo deseas, no te pongas nerviosa. -Esboza una mínima sonrisa ante su contraria.

-Ah, eh... De acuerdo, bueno. Lo que quería decir es que... -Toma una bocanada de aire tratando de tranquilizarse y aprieta sus ropajes.- Tu no me conoces, ni siquiera debes saber mi nombre pero yo si, conozco de ti aunque sea por vista y eh... bueno creo que puedo decir que me gustas. -Ella agacha su cabeza bastante nerviosa, el sonrojo le carcomía las mejillas y respiraba con algo de dificultad. 

-Ya veo. -En ese momento se le prendió el foco al joven. Miró detalladamente a la mujer en lo que ésta no se atrevía a alzar la cabeza.- Sientes atracción por mi. 

-Supongo que si, eh... ¡No quiere decir que tengamos que ser algo, eh! Solo me gustaría conocerte más, que las cosas ummm... vayan de acuerdo a lo que pase. -Alza la cabeza rápidamente viéndolo. Las manos enguantadas del chico, una en su mentón y otra en su cintura demostraban que estaba pensando en algo, lo supo de inmediato. 

Albedo sonrió internamente con ansiedad, pero ideando un plan de largo plazo debía mantener la compostura. 

-¿Cuál es tu nombre?

-Uh, es ___. -La joven retoma su posición de espalda recta y aspira todo lo que pueden sus pulmones.- Soy parte de la caballería de Favonius, aunque no tan reconocida. Prefiero no destacar y evitarme tanto ajetreo. 

-Me parece perfecto. 

-¿Ah, si? ¿El qué?

Sin pensarlo, ambos ya estaban caminando por las calles del atardecer de Mondstadt conversando. 

-No te preocupes, solo creo que deberíamos conocernos como dijiste. -Expresa con una mirada relajada.- Debes ser alguien interesante.

De no decir aquello probablemente ya no tendría la oportunidad de su extraña vida. Estaba feliz, se sentía alegre y emocionado de lo que pasaría de ahora en más, sin embargo no llevaría las cosas tan rápido. Por ahora necesitaba ganar completamente la confianza de la muchacha y tenerla dispuestamente a merced de las garras de él. 

Comenzaron por conocerse casi a fondo, estaba claro que Albedo no daría tantos detalles de su vida, pero haría que ella se los diera con todo tipo de metodología psicológica. 

Amistad completada

Luego de un tiempo como amigos, el albino decidió dar el siguiente paso, estando aún más cerca de tenerla totalmente a su cargo y convertirla a su propio propósito. Ahora eran una actual pareja poco reconocida en Mondstadt, con que pocas personas conocieran de ello era suficiente o traería problemas en el momento en que llegara a presentar anomalías.

Albedo no negaba que ella le hacía pasar buenos momentos, distrayéndolo de su trabajo laborioso o incluso a veces ayudándole mientras le cuenta alguna que otra anécdota. Pero aún sintiéndose bien consigo mismo en su compañía, ya tenía una meta que cumplir y no desaprovecharía la oportunidad a la cual le había puesto tanto esfuerzo. 

Tan solo faltaba poco ara que las pruebas comenzaran, de alguna forma ___ se sentía demasiado enamorada de la bella sonrisa del joven, incluso sin saber que ésta a veces ni siquiera era de amor. Se sentía muy cercana a sus brazos, a esos enormes ojos cielo que le pedían que se acercara más. Tomaba las manos del alquimista con amor, apretando con seguridad y soltando esa calidez de visión combinada con el profundo amor de la joven. 

Pyro era una buena visión con la cual probar diversas cosas, con la cual mezclar y soltar todo su potencial aún si el dueño presentaba los efectos mismos, tales como sobrecarga, evaporado, torbellino, etc. ¿Por qué pensarían que Albedo es una persona buena? 

Cierta hermana no estaba convencida en su totalidad, ella no confía en nada en el maestro de alquimistas jóvenes, sabía que algo andaba mal con él. Desde entonces no ha perdido el ojo de las veces que se encontraba fuera de su laboratorio, sentía un mal presentimiento con solo ver a la caballera a su lado. Rosaria estaba dispuesta a desmantelar la cruda verdad de aquel hombre, pero sería cautelosa, no le importaba perder su titulo si así salvaba a un alma inocente, victima de los planes a futuro de su pareja. No lo sabía, y nunca lo sabría por estar cegada. 

...

Genshin Impact;; [Boys x Fem!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora