Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 6: Esta es una misión para Son Goku

[Nota: como ya sabrán los Kaguya eran totalmente desconocidos y solo el nombre de Kimimaro era de conocimiento público, por eso me tomé la libertad de inventar los nombres del resto de integrantes de dicho clan]

Ha pasado una semana desde que Goku y su hijo Gohan llegaron a la aldea de la hoja, durante ese tiempo el sayajin mayor había estado prácticamente entrenando solo en su cámara de gravedad que coloco en un terreno aledaño al edificio de departamentos donde vivía en compañía de su hijo, aun no le habían asignado misiones; por su parte el menor de los dos había comenzado a ir a la academia, ya tenía un grupo de amigos con quienes pasaba gran parte del tiempo y cuando no, entrenaba jornadas extenuantes con su padre además de mantener un régimen de estudio como su difunta madre le había inculcado.

Eran las 8:00 am Gohan ya se había ido a la escuela, Goku por su parte realizaba una serie de cinco mil flexiones a una gravedad aumentada a 300, cosa que para él era algo rutinario, cuando de repente, sintió que una presencia pequeña, pero mayor que la de sus vecinos, se acercaba a su casa. Debido a lo anterior el sayajin de raza pura, pauso su entrenamiento y luego con su teletransportación llego a donde estaba el individuo desconocido.

· ¡Hola! ¡buen día! – decía el azabache sorprendiendo al ninja, ya que apareció a sus espaldas – dígame ¿en qué puedo ayudarlo?

· ¡Ah! – exclamó sorprendido el AMBU – Goku san, lord Hokage lo busca, hoy le asignaran su primera misión

· Ya veo, el viejo Hiruzen tiene algo para mí ¡excelente! – el pelinegro respondía con mucho entusiasmo – espero que tengamos que pelear con sujetos muy fuertes, voy de inmediato

· Goku san – interrumpió el AMBU – pidió verlo en una hora, creo que debería esperar un poco y... vestirse nuevamente... su ropa está muy desgastada

· ¿Qué? Ah, es cierto, esta ropa está muy dañada por mi entrenamiento bueno, muchas gracias, allí estaré – decía eso mientras volvía a desaparecer dejando al ninja solo –

· Que tipo tan peculiar – decía el shinobi al vacío –

Goku tomo una ducha rápidamente para posteriormente cambiar su vestimenta sucia, por otra del mismo modelo, pero limpia, devoro unos veinte tazones de ramen instantáneo que había en la casa y le dejó una nota a Gohan en la mesa donde le explicaba que saldría a su primera misión y que comprará comida o cazara algo ya que no había proviciones. Posteriormente se teletransportó a la oficina del Hokage para no perder el tiempo, al llegar notó que ya había otras tres presencias.

· Hola viejo Hiruzen, ¿me llamaste? – Goku decía mientras aparecía en medio de la oficina provocando que los presentes se asustarán por lo repentino del acto –

· ¡Idiota! ¡casi me matas de un susto! – una mujer pelirroja gritaba mientras le asestaba un golpe en la cabeza – además, ¿dónde están tus modales? Es lord Hokage, no viejo Hiruzen

· ¡Ay! Kushina san, no era para tanto, eso sí me dolió, tienes la mano algo pesada – se lamentaba el sayajin, mientras se sobaba su cabeza – perdóname por favor

· Kushina está bien, no era necesario – interrumpía el líder – Ahora que están todos aquí procederé a explicar la misión

El Kage comenzaba a revelar la misión al equipo que estaría conformado por Kushina, Goku, Kakashi, Guy y Asuma; hace poco menos de una hora se recibió un mensaje urgente de parte de la aldea oculta de la neblina, si bien es cierto que no tenían una gran amistad con la hoja si podían hacer a un lado sus diferencias cuando existía alguna razón común, como lo era este caso. La nueva Mizukage informó de la fuga de un grupo de peligrosos criminales rango "S" que habían escapado de la persecución de los ninjas de la niebla y habían logrado llegar hasta territorio del país del fuego, los fugitivos eran miembros del clan Kaguya, que hasta ese momento se creía extinto, eran alrededor de diez masculinos, estaban armados y eran muy peligrosos. A la líder de Kirigakure no le interesaba si eran asesinados o no, lo que si quería era recuperar los cuerpos de estos ya que poseían un Kekkei Genkai muy especial, el Shikotsumyaku.

Se sabía poco de dicho clan más allá de lo que se les había comentado, además de eso se tenía información de que algunos años atrás intentaron derrocar al gobierno de la niebla, pero fracasaron y de ahí se les consideraba extintos. Al parecer no todos habían muerto y había mucho más por descubrir, sin embargo, como muestra de buena voluntad y con la finalidad de mejorar las relaciones entre las dos naciones, Konoha accedería ayudar a la Mizukage y respetar sus peticiones.

· Muy bien Kushina esa es toda la información que tenemos al respecto – comentaba el Kage – la niebla pide que en cuanto los renegados sean capturados sean llevado hasta un punto en específico de nuestras costas donde ellos los recogerán.

· Con todo respeto Lord Hokage, ¿cree usted que la neblina es de fiar? – preguntaba la Uzumaki con un aire de desconfianza –

· Creo que sí y es momento de dar un paso al frente – respondía Hiruzen muy confiado – me parece que la nueva Mizukage es muy distinta a su predecesor y quiere hacer las cosas bien

· ¿Cómo puede estar tan seguro Lord Hokage? – cuestionaba Kakashi aun con desconfianza – nunca hemos tenido los mejores términos

· Bueno Kakashi, en otro momento ellos se hubieran infiltrado en nuestro territorio y asesinado a quien se les pusiera en el camino, en esta ocasión en vez de actuar impulsivamente, buscan el diálogo – complementaba el líder –

· Si algo comienza a andar mal yo me haré cargo, jamás permitiré que mis amigos sean lastimados, es una promesa – finalmente Goku intervenía – aún no les muestro lo que soy capaz de hacer.

· Bueno siendo así, equipo en marcha – ordenaba la Uzumaki mayor –

Zona desconocida: bosques delpaís del fuego

Un pequeño grupo de alrededor de diez hombres vestidos con túnicas grisáceas y pantalones negros estaban sentados en círculo alrededor de una fogata; la luz era tenue así que era complicado distinguir bien sus rasgos, lo que si se podía ver era un extraño peinado, el cual consistía en dos grandes porciones de cabello amarradas a cada lado de la cabeza por un grueso listón blanco además de una extraña mirada perdida y maniática en cada uno de los presentes. Todos ellos parecían más bestias que humanos, eran seres nauseabundos e insaciables, insaciables de sangre y de dolor.

· Por fin, escapamos de esos malditos ninjas de la niebla – decía burlonamente un hombre joven de alrededor de veinte años con unas enormes ojeras alrededor de sus ojos –

· Si es una lástima que no hayamos podido matar a más cerdos de la neblina durante nuestra huida, pero siempre habrá a quien asesinar, ¿no? – replicaba un segundo tipo con un rostro igual de deshumanizado.

· Silencios idiotas – reprendía a los dos un tercer hombre más alto y con dientes afilados como cuchillas

· Perdone señor Shinken – respondían los dos hombres al unisonó

· Ahora estamos en el país del fuego, de seguro aquí no nos encontrarán, la hoja y la niebla se odian – comentaba un cuarto sujeto, este era sumamente delgado y alto; su piel pálida tenía cientos de cicatrices por cortes.

· Puede ser Hideki, pero más nos vale ir con cuidado, por lo mientras busquemos provisiones – respondía el que aparentemente era el líder

· Señor Shinken, al parecer perdimos a su hijo Kimimaro – informaba el mismo tipo larguirucho

· Al demonio, qué más da, mi estúpido hijo era muy blando un desperdicio de poder y habilidades – contestaba sin importancia el mismo tipo musculoso

· Señor Shinken encontramos un pueblo, creo que podríamos ir a divertirnos un poco y sacarles provecho.

· Muy bien Hammada, vamos matemos a esos pobres diablos – ordenaba el líder