Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 70: Las lágrimas de hielo, son las más puras

Minutos antes de que Sakura y Haku llegarán a donde se encontraban luchando Gohan y Cell, Janemba sintió como la presencia de otro de sus lacayos desapareció, tal como sucedió con Cooler, el demonio de piel roja y grandes cuernos lila dio una media sonrisa, esto lejos de molestarlo, parecía que incluso le agradaba y le causaba alguna gracia. El estático sujeto decidió que ya era hora de estirar las piernas, por lo tanto, comenzó a levitar del lugar donde se encontraba parado y comenzó a retirarse volando con rumbo incierto, sabía que para ese momento nadie le impediría nada, de hecho, ninguna persona, ni si quiera los saiyajines. Realmente este movimiento era únicamente por diversión puramente, iría a causar destrozos a otro lugar, uno que le atrajera, donde pudiera alimentarse de malos sentimientos.

El escalofriante sujeto volaba a cierta velocidad, no muy rápido ni muy despacio, el tipo solamente pensaba en lo parecido que era este lugar a la tierra, la única diferencia que encontraba, era que en este lugar los poderes y habilidades especiales no eran escondidas aquí inclusive se presumían y entre más se poseyeran mayor dolor causaban y por ende más odio y resentimiento se generaba en el mundo. De repente se detuvo en medio de la nada, había dos locaciones que le llamaron la atención la primera estaba su derecha, en ese lugar parecía que había una lluvia perpetua, el sol no daba a la tierra y el ambiente era muy deprimente; mientras que la segunda era un lugar soleado y verde, había mucha vegetación y parecía un lugar muy fértil. Este segundo era contradictorio, parecía un lugar paradisiaco pero su energía estaba cargada de envidia, miedo y rencor; la elección era más que obvia iría a la segunda.

· Hmp, creo que encontré un lugar soñado para mí, lleno de mentiras y envidia. Comeré muy bien hoy – se decía en voz baja mientras iba al verde lugar, pero esta vez no lo haría volando sino caminando, quería masacrar a todos y se tomaría su tiempo – espero que los dos idiotas que siguen con vida me den un tiempo libre.

De vuelta en Kumo

· Al parecer Gohan, creo que no te irás al infierno solo, estas dos necias mujercitas lo harán contigo, esta situación no podría ser mejor para mí, primero las destrozaré a las dos y luego terminaré por romperte a ti y finalmente cuando tu espíritu este muerto te enviaré al más allá con estas dos rameras. ¿Qué te parece? ¿acaso no soy muy generoso? – preguntaba eso último con un tono sumamente burlón y lleno de sarcasmo.

Por su parte el joven hibrido se ponía de pie lentamente, aunque fuera difícil de creer, los tremendos embates de Cell sobre su persona no habían causado el daño que el maniático monstruo verde hubiera esperada, y siendo muy honesto eso sí los sorprendió. En cuanto las chicas llegaron al lugar el joven, ahora rubio, esbozo un ligera pero genuina sonrisa, el joven Son siempre se crecía cuando recibía el apoyo de sus seres amados y sin duda, esas dos eran sumamente especiales para él, pero no podía engañarse, solo una de ellas tenía realmente su corazón y su vida; solo una de las dos féminas era a la que él poderoso guerrero de verdad amaba. Más ese no era el momento para pensar en ello, pero en cuanto esto acabará él tendría que hacerles saber a las dos su decisión, no podía a estar jugando con los sentimientos de las dos damas.

· Sakura, Haku; les dije claramente que no se acercarán a este lugar – decía el chico de ropas destrozadas mientras se acercaba a las dos y se fundía en un abrazo con ambas – gracias por venir, no sé qué hubiera pasado sin su presencia, pero ahora por favor aléjense, esto en verdad se pondrá feo.

· Gohan por favor, ten cuidado – Sakura era la primera en hablar.

· Estaremos cerca por si nos necesitas – complementaba Haku.

· No tan rápido perras, tomen – el gigante verde fue interrumpido a la mitad de un ataque con un fuerte golpe al abdomen.

· Parece que no olvidas lo viejos golpes, ¿eh? – Gohan hablaba nuevamente mientras su puño se enterraba profundamente en el estómago de su clásico enemigo – no lo olvides gusano, tu oponente soy, yo.