Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 9: creando lazos

Mientras Goku y Kushina en compañía de su equipo se hacían cargo de la misión de captura de los Kaguya, Gohan pasaba los días en la aldea tranquilamente; la academia, estudio, entrenamiento y paseando por su nuevo hogar, todo iba sin mayores sobresaltos; hasta que en una ocasión algo muy raro sucedió. El chico azabache caminaba por una de las callejuelas de Konoha cuando de repente, encontró a una niña pelirrosa llorando, estaba sentada en el suelo con su cabeza apoyada contra sus muslos y protegida por sus brazos; a su alrededor otro grupo de niñas haciéndole burla de su gran frente.

El joven Son, se abrió paso hasta llegar al lugar, y en cuanto las niñas lo notaron, de inmediato voltearon a verle sorprendidas y todas fueron rápidamente a rodearlo buscando adularlo y llamar su atención de manera forzada, algunas incluso se colgaron de su cuello o lo tomaron de sus brazos. Por su lado la niña de cabello rosado seguía en su lugar llorando; el azabache ignoró a todas las demás jovencitas y fue directamente hacía la desconsolada niña solitaria, Gohan se sentó en cuclillas delante de ella y le pregunto.

· Oye ¿qué te sucede? ¿por qué lloras? – con una voz cálida y suave el hibrido se le acercaba

· Es... es... es que todas se burlan de mí por mi frente – entre sollozos la niña de ojos jade y tes clara respondía a la pregunta de Gohan

· ¡Qué les sucede a todas ustedes! ¡cómo pueden ser tan crueles con ella! – reclamaba un chico bastante molesto mientras levantaba a la pequeña de ojos verdes de manera nupcial

· Ella es un fenómeno por eso – gritaba una de las chicas tratando de justificarse

· Creo que este fenómeno es valioso para mi y me quedaré con ella – respondía el Son tajantemente mientras se iba con la chica de cabello rosa entre sus brazos

· ¡Pero Gohan kun! – varias niñas intentaban seguirlo, pero el azabache simplemente las ignoraba

Después de que se hubieran alejado y la pelirrosa calmado, dejado de llorar y secado sus lágrimas comenzó a caer en cuenta de donde estaba y lo que había pasado, con excepción de Ino su amiga rubia, nadie la había defendido antes y mucho menos un chico; al igual que todas ella ya se había fijado en Gohan, pero antes que él puso su atención e interés en Sasuke; aunque el otro pelinegro jamás hubiera hecho nada por ella y en si por ninguna persona. Pensándolo bien, ahora que lo analizaba, ellos dos eran los opuestos en todo, a excepción de sus habilidades e inteligencia.

En cuanto llegaron al lago, Gohan saco un pañuelo de su bolsillo lo remojo en el agua cristalina y procedió a limpiar el rostro de la niña; sus movimientos eran suaves y gentiles, su tacto muy amable y cálido; la chica no pudo hacer otra cosa que simplemente permitir que el Son menor continuara con su labor hasta que finalizó y guardo su paño. Al terminar por un momento la desconocida levantó su mirada y pudo contemplar la cara de su salvador, en primera instancia notó que el chico en cuestión tenia finas facciones, ojos oscuros, cejas delgadas y delineadas además de una enorme y cálida sonrisa.

· Dime ¿ahora te sientes mejor? – preguntaba el hibrido a su acompañante femenina

· S... s... si, gracias – respondía tímidamente la chica

· Oye, tú y yo ¿somos compañeros en la academia verdad? – inquiría dubitativo el azabache

· Si así es, yo... yo... yo soy Sakura – contestaba la chica de mirada jade al semi sayajin

· ¡Oh! Es cierto, Sakura Haruno, estas en la misma clase que Naruto y yo – finalmente el Son lo recordaba y eso al parecer lo hacía muy feliz

· Veo que ahora me recuerdas – al parecer eso también hacía muy feliz a la Haruno quien ahora también sonreía

· Oye, pero, ¿qué le pasó al listón de tu cabello? – al parecer el azabache también era muy observador y noto ese detalle

· Aquí lo tengo, lo guarde para que no me lo quitaran – sacaba un enorme listón de color escarlata de uno de sus bolsillos e intentaba atarlo nuevamente sin éxito

· Déjame ayudarte – Gohan tomaba el listón y con cuidado lo ataba alrededor de su cabeza, dando un nuevo estilo a su cabello

· Gracias, Go... han... ¿ese es tu nombre verdad? – pronunciaba el nombre del chico algo temerosa

· Si ese es mi nombre, pero dime ¿por qué te estaban molestando esas niñas? – el tono de su voz y mirada del chico cambiaba al hacer esa pregunta

· No lo sé, pero no soy a la única que molestan y no solo ellas, en general la gente aquí tiende a ser así, buscan hacer daño a otros para no ser lastimados ellos – con un semblante y voz triste Sakura respondía

· ¿A qué te refieres? – con incertidumbre el Son preguntaba

· En la aldea los clanes son muy importantes, si perteneces a un clan de renombre generalmente el trato es mejor y en mi caso mi familia no es de un clan de renombre, mis padres ni siquiera son Shinobis – la respuesta que la chica daba le causaba dolor y su mirada decaía

· Pero ¿en mi caso? – trataba de entender Gohan

· Por lo que se ha contado en la aldea tu papá y tú son un caso muy especial, son toda una sensación, por eso muchas chicas van tras de ti; además tus habilidades en clase, así como tu fuerza, bueno son... impresionantes – Sakura respondía algo ruborizada, la chica quería decirle además que, así como ella todas las chicas se morían por él porque además era muy guapo, pero no se atrevió por pena.

· Vaya, jamás lo hubiera imaginado – la respuesta de Sakura realmente impresionó al chico, que pese a todos sus dotes era algo ingenuo

· Me da gusto saber que, pese a tus dotes, eres... eres... alguien tan noble – Sakura soltaba esas palabras mientras unas lágrimas brotaban de sus ojos

Ante ese gesto, Gohan abrazó a Sakura tiernamente mientras esta se entregaba al acto de su nuevo amigo sayajin, verdaderamente, la chica estaba sorprendida de lo humano que ese desconocido era; en la aldea los grandes clanes familiares eran orgullosos y altivos, en su mayoría no permitían que nadie se les acercara e incluso en algunos de ellos como era el caso del clan Hyuga, existía una rama principal y una secundaria o sea primera y segunda clase, siendo esta última servidumbre de la primera, o como en el caso de otros quienes conformaban la junta de gobierno de la hoja y en general su palabra era casi ley. Todas esas cosas que a los chicos no les importaba ni los afectaba en la niñez no así en su vida adulta, como fuere los Son eran completamente diferentes y al parecer, habían llegado para cambiar muchos paradigmas.