Capítulo 39: El nacimiento de una obsesión

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[Nota: El siguiente capítulo abordará la enfermedad mental, traumas y represión sexual, así como emocional de Danzo. NO ES APTO PARA TODO PÚBLICO, SE PIDE DISCRECIÓN Y SI ERES MENOR DE EDAD EVITA LEERLO; NO CONTENDRA LEMON].

Danzo tomó asiento en medio de la oscuridad de su habitación tomó una botella de Sake y sirvió dos vasos uno para él y el otro para la Kushina imaginaria, entregó al vacío el segundo, el cual cayó al suelo y se rompió regando su contenido; pero a sus ojos, la pelirroja sujetó el mismo y agradeciendo el gesto lo tomó se un sorbo; el Shimura por su parte solo dio un pequeño trago, lo saboreo y procedió a comenzar su relato, pero antes quiso hacer una pregunta a la pelirroja.

· Antes de empezar, quiero saber ¿por qué luces diferente? ¿por qué tu piel esta pálida e hinchada? ¿por qué tienes múltiples heridas? – interrogaba el Shimura a su alucinación

· No es obvio, así es como quedé después de caer por el acantilado y ahogarme en el rio y Danzo, no te hagas el idiota conmigo, tú sabes que un cuerpo se va pudriendo con el tiempo, entre más días pasen, mi imagen se irá haciendo cada vez más deplorable. ¿Acaso creías que te premiaría con mi apariencia cotidiana para que me disfrutaras a tus anchas? – respondía la alucinación en forma de mujer zombie

· Supongo que no – se limitaba a responder el viejo vendado

· Deja de perder el tiempo y comienza a hablar – exigía su consciencia en forma de la tétrica imagen de Kushina

· Muy bien comenzaré, todo esto tiene su inicio, mucho antes de que tú si quiera existieras, volvamos el tiempo hasta los días del primer Hokage – Danzo comenzaba su relato

Comienzo de las memorias de Danzo

La aldea de la hoja lucía diferente, no había tantos edificios, las casas eran pocas, los árboles eran más numerosos que las personas en la pequeña y naciente ciudad, dos niños miraban este paisaje desde lo alto de un imponente risco, lugar donde años más tarde se grabarían los rostros de los líderes de ese lugar, los dos amigos eran muy jóvenes debían tener alrededor de doce años, ambos eran hijos de clanes prominentes íntimos aliados del poderoso clan Senju; el nombre del primer chico era Hiruzen Sarutobi y el segundo Danzo Shimura.

· Oye Saru, ¿sabes por qué se ha ausentado tanto tiempo Lord Hashirama? – interrogaba el joven Danzo

· Veo que no lo sabes, fue al país del remolino al parecer firmarán un acuerdo de alianza y además dicen que, para cerrar el pacto, su líder dará en matrimonio a su hija con el Hokage – respondía detalladamente el pequeño Sarutobi

· ¡Qué! ¡y cómo sabes tanto! – respondía sumamente sorprendido Danzo

· Escuché a nuestros padres hablar hace unos días, cosas de adultos y política, bastante aburrido, pero puse atención a esto último porque me pareció gracioso – Hiruzen decía esto entre risas

· Y ¿qué más sabes? – interrogaba su amigo con curiosidad

· Solo sé que dicen que la futura esposa de Lord Hashirama es sumamente hermosa, como ninguna otra mujer o eso es el rumor que escuche – contestaba el Sarutobi mientras estaba recostado en el suelo con sus manos en la nuca

· ¡En serio! – Danzo quien estaba en la misma posición se levantaba de golpe al escuchar esa afirmación y sujetaba a su amigo de forma sorpresiva

· Oye, tranquilo, ya te lo dije solo es un rumor, digo, al menos a mí no me consta – respondía asustado el chico

· Lo siento es que me emocioné mucho – se disculpaba el Shimura

Los Son Padre e hijo en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora