Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 66: El comienzo del fin

La nube de polvo no permitía ver con exactitud lo que había sucedido, pese a eso, unas siluetas humanas se veían regadas por el páramo, en tanto los segundos se convertían en minutos y los escombros se iban asentando, la imagen se hacía más nítida. Lo primero que se logró divisar fue a un chico vestido de naranja tendido sobre el suelo, unos metros enfrente de él se hallaba otro joven de playera azul pantaloncillos blancos también desmayado. De momento no había rastro de sus acompañantes, antes de que cualquiera de los dos pudiera reaccionar, un enorme sujeto con la ropa andrajosa y casi completamente calvo apareció detrás de ellos.

· Oigan indefensos, no me digan que ya se murieron. Otra vez me han decepcionado, sí que son completamente un fraude – el gigante que tenía unos pocos mechones de cabello naranja hablaba burlonamente.

· Es, es él de nuevo – susurraba Sasuke.

· Creo que te aplastaré la cabeza, diminuto – Reecom se acercaba a donde estaba Sasuke dispuesto a machacar su cráneo de un pisotón; pero justo antes de dar el paso definitivo recibió un disparo, el proyectil resultó ser una falange.

· No tan rápido grandísimo idiota – Kimimaro aparecía en el camino del soldado espacial.

· Vaya insecto, así que estas vivo, ¿cómo fue eso posible? – cuestionaba el poco inteligente sujeto.

· Cree una recubierta de hueso alrededor de mis órganos – se limitaba a contestar el peliplata.

· Bueno pues toma esto – en un veloz movimiento Reecom atacaba con un fuerte puñetazo al abdomen al joven Kaguya y lo sacaba volando.

· Eso fue fácil, un momento, pero que tenemos aquí, a este enano lo conozco, ya lo recuerdo, es ese chiquillo que estaba con Vegeta y el calvo en Namekusei. Ha crecido, será mejor que lo mate, este si podría ser un problema si se despierta – el deforme sujeto reconocía a Gohan y se disponía a liquidarlo, cuando de repente.

· Ni si quiera te atrevas a tocarlo – Haku aparecía de la nada y le lanzaba un par de agujas al enorme sujeto, los proyectiles no lograron perforar su dura piel.

· Que sorpresa otro insecto que aplastar, te mandaré a ti también al otro mundo. Veinticinco, trece, dos; Reecoom – El monstruoso tipo se lanzaba en contra de la chica que gracias a su técnica de cristales de hielo pudo escapar y desde adentro de los mismos la joven de cabellos oscuros le hacía llover cientos de agujas, mismas que eran repelidas por la piel dura del soldado.

· Eso no funcionará niña – el harapiento tipo estaba apunto de lanzar un destello de ki a la kunoichi, pero de repente un denso bosque de estalactitas de hueso salía de debajo de los pies de Reecom, aparentemente hiriéndolo.

· Maldito, espero que con eso hubiera bastado – el ex sirviente de Orochimaru reaparecía de nuevo, esta vez ya habiendo liberado su sello maldito en su segunda fase.

· Kimimaro, ¿te encuentras bien? – Haku corría al encuentro del pálido joven que había hecho un gasto tremendo de chackra en ese ataque.

· Si, estoy bien, pero otro ataque como ese y ya no la contaría – respondía el tísico muchacho entre jadeos.

· Será mejor que nos vayamos, ese tipo, no creo que este muerto – replicaba la chica de cabello color ébano.

· ¡Pero que! – Kimimaro y Haku eran sacudidos por un movimiento de tierra muy poderoso y antes de que pudieran decir algo más, aparecía Reecoom frente a ellos.

· No estuvo mal insecto, nada mal, me hiciste algunos raspones ahora te aplastare como a una mosca – en un ágil movimiento Kimimaro se lanzó hacia donde se encontraba el soldado dejándose capturar por este.