Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 48: Vamos a buscar las esferas del dragón

Después de la conmoción inicial, Vegeta y Trunks adulto fueron trasladados al hospital de la hoja, los médicos informaron a Goku y Gohan que estaban estables, pero con heridas significativas, aun así, era indispensable que guardaran reposo por un par de días, ahora estaban durmiendo. Por otro lado, el pequeño Trunks, el del presente, se había quedado a cargo de Mikoto Uchiha, o mejor dicho ella se ofreció para hacerse cargo del bebe mientras su Padre se recuperaba. En ese mismo momento Gohan se encontraba en la habitación de al lado con su amigo, el Trunks adulto, el chico azabache estaba muy confundido con el mensaje que Vegeta y su hijo les habían dado, de repente la puerta se abrió sacando al hibrido de sus pensamientos.

· Hola Gohan ¿cómo estás? – Sakura entraba al cuarto para visitar a su amigo

· Ah Sakura, que gusto verte, yo estoy bien, aunque algo preocupado por Trunks – el azabache señalaba al chico inconsciente

· Así que ¿él es de tu mundo verdad? – preguntaba la pelirrosa algo sorprendida. La verdad aun le costaba cree que el pelinegro y su Padre no fueran humanos ya ahora con estas nuevas inclusiones a la aldea, la cuestión no dejaba de ser por lo menos, rara.

· Así es – se limitaba a decir el chico pelinegro

· Oye y ¿es tan fuerte como tú? – inquiría con curiosidad la niña de ojos verdes, la verdad el otro muchacho lucía en extremo poderoso, pero como se dijo antes aun le era difícil creer que ahora estos, titanes, vivieran entre ellos. Los saiyajines hacían ver al sabio de los seis caminos como un simple aficionado.

· Se puede decir que si, la última vez que nos vimos yo superaba sus poderes, pero ahora, quien sabe, a él también le gusta entrenar mucho – explicaba el hibrido a su amiga. Gohan no decía mucho, estaba preocupado por Trunks, aun así, la presencia de la Haruno lo reconfortaba mucho, a decir verdad, para este punto ambos ya se tenían un cariño especial, aunque no se lo decían.

· O sea que, ¿todos tus amigos son sorprendentes? – la ojiverde aún quedaba más sorprendida,

· No todos, los más fuertes somos mi Papá, Vegeta, Trunks y yo; los demás son fuertes, pero no como nosotros – en eso el rostro del mestizo cambiaba a uno más serio y preocupado. Recordaba a sus viejos camaradas; Krilin, Ten sin Han y sobre todo al señor Picollo; se negaba a creer que estuvieran muertos, pero si el príncipe saiyajin y el otro hibrido con su tremendo poder habían terminado así, ¿qué esperanza tuvieron los demás?

· ¿Qué sucede Gohan? ¿qué tienes? – Sakura se preocupaba al ver la expresión del Son que siempre era risueña y amable, que ahora estaba seria y sin rastro de su personalidad habitual.

· Es que, si el señor Vegeta y Trunks están así, no puedo imaginar lo fuertes que debieron ser los tipos que los dejaron casi muertos – la respuesta de Gohan asusto a Sakura, pero ella se acercó más a su amigo y lo abrazó por la espalda y tratar de reconfortarlo.

· Lo que sea que pase, yo estaré contigo, no me importa que tan fuerte sea el enemigo, nunca te dejaré solo – la chica de mirada color jade pegaba su rostro con el de Gohan y lo abrazaba con ternura con más fuerza, de verdad la joven se preocupaba por el mestizo y al parecer su actitud de fangirl había cambiado a la de una persona más madura y estable emocionalmente.

· Gracias Sakura – el azabache solo se limito a dar su agradecimiento, en ese momento las palabras realmente sibraban.

En la otra habitación Vegeta estaba durmiendo, pero tenía pesadillas, estaba inquieto, se movía violentamente en su cama y su rostro reflejaba angustia, enojo y desesperación. Dentro del subconsciente del príncipe saiyajin veía una y otra vez la última escena de la vida de su esposa, solo recordaba sus palabras, cuida a Trunks, cuida a nuestros hijos y después la explosión y el viaje dentro del portal dimensional que lo trajo hasta aquí; a continuación, recordaba a sus enemigos, a los que lo vencieron fácilmente a él y al resto de guerreros Z, algunas caras conocidas, pero justo cuando estaba por recordarlas nítidamente, despertaba de golpe.