Capítulo 53: De leyendas y frentes de entrenamiento

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En una zona de manglares, donde la humedad y el fango abundan, una niña pelirroja se encontraba oculta entre los matorrales, la chica de ojos carmesí observaba a su presa, era la hora de la cena y debía llevar carne a la mesa, su próximo platillo; serpiente asada, no podía pedir algo más suculento, ese manjar le traía recuerdos mixtos pero el hecho de cazar, empalar y luego poner a las brasas al desagradable reptil hacía que el peligro valiera toda la pena del mundo.

Al comienzo de su aventura, Karin Uzumaki; se limitó a comer insectos, pequeños reptiles y algunas ranas; pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que era una hábil depredadora y eso le valdría para ponerse en la cima de ese ecosistema y para ello debía derrocar a los más fuertes. Su primer gran trofeo fue un pequeño caimán, luego fue por un lagarto, después un cocodrilo y ahora iba por el premio mayor, una poderosa anaconda de unos doce metros de longitud y varios cientos de kilogramos de peso.

La joven Uzumaki no tenía miramientos para pelear y en este caso específico ir de cacería, enfrentaría a su enemigo de cara a cara; con un rápido movimiento la niña salió de su escondite para caer de forma violenta sobre el enorme reptil y sujetarlo de la cabeza. La constrictora con un fuerte coletazo sujetó a la pelirroja de una pierna y luego velozmente la enrolló de una pierna y así hasta subir hasta su cuello, todo parecía indicar que Karin se había lanzado de cabeza a su propia muerte.

· Hmp, ¿crees que ya me tienes?, maldita sabandija – decía de forma burlona y con aires de superioridad la chica de gafas – es mi turno.

La pequeña científica comenzaba a concentrar su energía; una combinación de chakra con ki, la cual circulaba por su cuerpo y recubría el mismo, tal como sucedía con su Padre y su hermano azabache, luego, en menos de un segundo la jovencita, con un fuerte movimiento de brazos, no solo se liberaba del agarre de la serpiente, sino que además rompía su musculoso cuerpo como si de tiras de papel se tratará, sin el menor esfuerzo. Finalmente recogía los pedazos de carne para llevarlos a su guarida y disponerlos para cenar.

· Una victoria más para mí, algún día serás tú, Orochimaru – decía la chica de cabello rojo y crespo de forma retórica, mientas daba una mordida a un trozo de carne en forma de brocheta.

Isla tropical en medio del océano

El menor de los Uchiha se encontraba en la parte más alta del pequeño territorio insular, un pequeño volcán inactivo, enfrente a él se levanta una terrible tormenta eléctrica, los relámpagos caen con violencia sobre el embravecido mar y algunos sobre los árboles tropicales. Sasuke realiza diversas posiciones de manos e invoca un chidori nagai, posteriormente eleva su brazo izquierdo al cielo, al mismo tiempo el destello azul de energía recorre su cuerpo, luego de eso un fuerte rayo cae de lleno a su mano levantada y cual Zeus se tratase lanza el mismo con dirección al océano, específicamente a una enorme ola de varios metros de altura, destruyéndola en el proceso.

Al finalizar su nueva técnica, Sasuke queda completamente agotado y cae de rodillas tomándose el hombro izquierdo sumamente adolorido, ya desarrolló un nuevo jutsu con ayuda de la mezcla de ki y chakra, pero el precio para su cuerpo es muy elevado aun, toda vía necesita acostumbrarse más a ese nuevo poder. Pese a su dolor se pone nuevamente de pie. De un tiempo a la fecha ha dejado su orgullo de lado y se ha vuelto más noble y humilde, para eso ha habido dos factores fundamentales, el primero descubrió la verdad sobre su hermano, Itachi, logrando perdonarlo y segunda e igualmente importante, encontró en Gohan a ese hermano que buscó toda su vida; alguien a quien admirar y que lo reconociera en regreso. Solo un pensamiento ronda su cabeza ahora.

· Son, hermano, haré que estés orgulloso de mi y tú también, Itachi – el pelinegro se decía de forma retórica mientras se dirigía a su guarida para curar sus heridas – perfeccionaré esa técnica y derrotaré a esos malditos invasores, lo juro.

Los Son Padre e hijo en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora