Capítulo 60: El saiyajin contra el hombre

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Al día siguiente de la captura de Obito Uchiha, Kushina, Haku y Karui seguían entrenando en las cercanías de la aldea oculta de la nube, la joven kunoichi del país del cielo había mejorado mucho el manejo del báculo que Goku le había dado a cuidar; todo gracias a las enseñanzas de su maestra Uzumaki, esta última por cierto, luego de mucho tiempo por fin recuperó todo su poder, un proceso que consistió de duro entrenamiento y sacrificio pero por encima de todo el deseo de volverá ver a sus hijos, la pelirroja también consideraba a Gohan como eso, y a su gran amor, el tonto de cabellos parados, Son Goku.

De repente las tres chicas sintieron como algunas presencias se acercaban, Kushina y Haku se escondieron, mientras que la chica de la nube se quedó para ver lo que sucedía. Antes que pudiera reaccionar, su sensei, Samui le dijo que tenían que volver de inmediato a la aldea, al parecer akatsuki había atacado y Yuguito y un escuadrón se habían topado con ellos, lo alarmante era que habían perdido comunicación con el cuartel general desde hace ya unas horas y se temía lo peor. La pequeña Karui se fue de inmediato, por su lado sus dos amigas que estaban ocultas, reaparecieron, ambas sabían que esa ninja era muy importante para la pelirroja de la nube, era como su hermana mayor.

· ¡Demonios!, si eso es cierto, la amiga de Karui está en grave riesgo – Kushina entraba en modo de alerta.

· ¿Qué hacemos ahora Kushina? – preguntaba Haku.

· Creo que debemos ayudar, andando. Tiene mucho que no rastreo, pero lo bien aprendido, jamás se olvida – decía retóricamente la pelirroja de la hoja.

· Pues vamos entonces – complementaba Haku.

Subterraneo del país del rayo

Varios cadáveres de ninjas de la nube se encontraban regados por los oscuros pasillos de la locación, dos figuras se movían entre los estrechos pasillos de manera siniestra; enfrente de ellos se podía ver una luz y también se escuchaban los pasos apresurados de alguien que era perseguida por esos dos entes misteriosos. Al llegar al final del corredor, una linda chica rubia peinada en una larga trenza tomaba una postura defensiva, acto seguido dos masculinos con la indumentaria típica de akatsuki también hacían acto de presencia.

El primero de ellos era muy alto, debía estar cerca de los dos metros de altura y el segundo un poco más bajo, alrededor de diez centímetros más chico; el tipo alto tenía el rostro cubierto con una media mascara oscura, así como una especie de turbante que cubría su cabello; por su lado el segundo tenia la túnica abierta en el pecho, su piel era clara, estaba peinado hacía atrás, su cara reflejaba una personalidad orgullosa y arrogante; debía tener maso menos la misma edad que Yugito. Al encontrarla rodeada, estos invasores tomaron una postura de ataque y amenazaron a la chica.

· Oye tú la jinchiriki del bijuu de dos colas, ríndete y ven con nosotros o sufre mucho – decía burlonamente el tipo de la túnica abierta.

· Hiddan cállate, y acabemos la de una vez, no quiero perder el tiempo – complementaba con una voz molesta el segundo sujeto.

· Kakuzu, cierra el hocico, tú siempre quieres estar mandando, eres muy molesto – refunfuñaba el de nombre Hiddan.

· Ustedes dos son los que están acabados, cayeron en mi trampa – la chica hacía explotar las salidas con un sello de manos.

· Vaya, Vaya, así que tu plan era encerrarnos. Bueno mejor para nosotros así no tendremos que perseguirte – el tono confiado del tipo más hablador del dúo no parecía ir acorde con la situación.

· Recuerda imbécil no te emociones mucho, tenemos que llevarla con vida – reclamaba Kakuzu.

· Si, si, si, ya cierra la boca – rezongaba Hiddan.

Los Son Padre e hijo en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora