Capítulo 57: Los orgullosos también tienen corazón

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Trunks iba de regreso a su hospedaje, una casa en el casi extinto barrio Uchiha, cuando de repente, sintió una presencia conocida, era la chica de cabello morado que había conocido en el puesto de ramen unas horas atrás que se fue de manera imprevista del lugar, el joven mestizo la notó de inmediato así que decidió averiguar qué es lo que quería. Por su parte Anko, seguía a su objetivo por los techos de las casas, cuando de repente lo perdió de vista, cosa que la sorprendió en demasía debido a que era muy difícil para ella, una ninja de élite perder a su presa, luego, sorpresivamente, escuchó una voz detrás suyo.

· Hola ¿puedo ayudarte en algo? – una voz muy varonil y amable sonaba a sus espaldas.

· Pero ¿en qué momento? – la coqueta chica sudo a cantaros cuando sintió una mano sobre su hombro izquierdo.

· Tranquila te noté desde hace un kilómetro, solo quería comprobar si era a mí al que buscabas – respondía con toda naturalidad el joven de cabellos claros.

· Hmp, si así es, es a ti al que busco – respondía nerviosa la ninja.

· Bueno, aquí me tienes, dime, ¿qué se te ofrece? – el hijo de Vegeta le sonreía amablemente a la sensual kunoichi.

· Bueno, yo, solo, no sé, que decir, yo – el nerviosismo de Anko iba en aumento y no podía hilar sus pensamientos.

· ¿Te gustaría pasar y charlar un rato? – el hibrido abría la puerta de su casa y le cedía el paso a la mujer.

· Bueno, gracias – ella solo aceptaba y sin pensarlo realmente entraba, acto seguido Trunks hacía lo propio y cerraba la puerta.

Planetoide de Kaio sama

Goku y Vegeta seguían perfeccionando la técnica secreta del maestro del sector norte del universo siete, aun así, la vergüenza del príncipe saiyajin no le permitía concluir exitosamente el complejo procedimiento. Esta vez el resultado era un hombre regordete, de poca estatura, y que poseía un cuarto del poder de cualquiera de los dos guerreros. Una hora más tarde lo intentaron de nuevo y en esta ocasión lo que resultó fue un sujeto esquelético, sin fuerza aparente que parecía tan cansado que no podía caminar. Al finalizar este último intento Vegeta se rehusó a volver a probar esa técnica y se puso a realizar otros ejercicios con peso.

· Kakaroto, ni pienses que volveré a hacer esos pasos ridículos, que encima de todo son inútiles – el azabache con cabellos en forma de flama arremetía contra su compañero.

· Vamos Vegeta, solo debemos hacerlo bien y será un éxito rotundo – el Son mayor trató inútilmente de convencer a su compañero y decidió dejarlo por la paz.

· Oye Kaio sama, dime ¿cómo esta Kushina? – preguntaba con nerviosismo el Son.

· Goku, solo te diré que ella se encuentra bien, la he estado monitoreando desde que me enteré que sigue con vida, básicamente desde que tú me lo informaste, ella está bien, ha estado entrenando con dos niñas, poco a poco recupera sus poderes. Deja de preocuparte y concéntrate en tu entrenamiento, créeme lo necesitarás – su maestro de piel azul respondía a su querido alumno.

· Está bien, confiaré en que ella puede cuidarse sola, es que en verdad la extraño mucho – el azabache con cabellos en forma de palmera ponía un semblante que denotaba mucha nostalgia.

· Lo sé muchacho, pero por desgracia no es el momento para pensar en el amor, si te desconcentras ahora, esta vez puedes perderlo todo en verdad – respondía con pesar el regordete hombre azul.

· Tienes razón, volveré al entrenamiento – decía Goku de forma retórica.

Casa Uchiha

Los Son Padre e hijo en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora