Capítulo 65: De estrategias y desafíos

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Luego de las primeras horas de la invasión al mundo shinobi, las nacionales elementales hacían frente como podían a tan terribles enemigos, que pese a lo que se pensaría, parecía como si solo estuvieran jugando con los ninjas protectores de ese mundo. Algo quedaba muy claro, los enemigos eran sumamente sádicos y disfrutaban del sufrimiento de sus adversarios; un claro ejemplo de esto era lo que sucedía en la aldea oculta de la nube donde la guardia personal del hermano del emperador, Cooler estaban destrozando a los ninjas de Kumo como si de pinos de bowling se tratara, no los mataban solo porque era divertido verlos retorcerse en su agonía.

· ¿Qué te sucede perra, ya no puedes más? – decía burlonamente un tipo de piel azul y cabello rubio, de nombre Thouser a una muy débil y casi muerta Yugito.

· Bastardo, no te burles de mí – la joven mujer que apenas se podía mantener en pie mantenía su guardia en alto, todo con la finalidad de que sus amigos y los más jóvenes pudieran escapar a un lugar seguro.

· Jajajajaja, oye Thouser, creo que es mejor que la mates de una vez, esa zorra ya no tiene nada – replicaba un segundo sujeto de piel verde, muy alto y musculoso, cuyo nombre era Doore.

· Oye tranquilo grandote, no seas aguafiestas, toda vía hay mucho por disfrutar, ¿qué no? – un tercer y más desagradable sujeto con apariencia de lagartija de piel café intervenía en la conversación.

· No canten victoria maldita escoria, aun no he muerto – Yugito, liberaba al Matatabi para hacer su última jugada, sabiendo que su destino estaba más que claro.

· ¿Qué carajo? – Thouser se sorprendía al ver al bijuu de dos colas sobre el campo de batalla.

· Oye parece que esa maldita tenía un as bajo la manga, veamos cuanto tiene – Doore calculaba el poder del gato azul con su scooter.

· Y ¿cuánto es? – preguntaba el tipo reptil de nombre Naise.

· ¡Vaya!, si que se ha superado, su poder llegó hasta los veintitrés mil – decía con burla el tipo con piel verde.

· Bueno, jugaremos un poco más, espero me des una buena pelea perra, debo decir gata – respondía socarronamente el tipo de piel azul.

Mientras esto sucedía una pequeña niña pelirroja de piel morena se encontraba cerca del lugar de la pelea, así es Karui, se encontraba oculta detrás de unos escombros viendo la paliza que su amiga y mentor estaba recibiendo; la pequeña kunoichi se sentía impotente ante la escena, tenía miedo pero su furia estaba creciendo por dentro, así que sin pensarlo dos veces tomó el báculo que su héroe le regaló y de un intempestivo salto se posicionó en el medio del campo de batalla. Para ese momento el Matatabi ya había sido reducido sin mayores inconvenientes por Thouser y Yugito ya había recuperado su forma humana.

· Oigan chicos ¿y esta enana? – preguntaba con tono burlón Naise. Pero antes que alguien pudiera decir algo más, la niña realizó una técnica que Kushina le enseñó.

· Toiuken – la pequeña de cabello rojo crispado emitía un fuerte destello de luz cegadora que dejaba temporalmente sin visión a sus enemigos, posteriormente y a manera de venganza por lo hecho a su querida maestra tomó el báculo sagrado y lo estiró con dirección al rostro del líder de la unidad,

· ¡AH! – Thouser aullaba de dolor, el bastón rojo se le incrustó en un ojo, el golpe fue tan fuerte que le sacó el globo ocular cegando permanentemente al arrogante soldado – ¡maldita enana, me sacó el ojo!, ¡Tráiganmela ¡

· Pero capitán debemos llevarlo a una cámara de rehabilitación – replicaban algunos soldados que estaban allí.

· ¡Que me la traigan coño! – resoplaba furioso Thouser, mientras se tomaba con una mano el cuenco vacío y sangrante de su ojo izquierdo.

Los Son Padre e hijo en el mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora