Los Son Padre e hijo en el mundo shinobi

Capítulo 41: Venganza con sabor agridulce

Danzo, rebosaba de felicidad o mejor dicho de placer, finalmente pudo ver con sus propios ojos a la nueva Uzumaki, aun era muy joven, debía madurar, llegar a un punto exacto, ni muy tierna ni madura en exceso; requería estar en el zenit de su vida y de su sabor para ser perfecta. Lo anterior no sería un problema para un hombre que había esperado casi treinta años para consumar la primera parte de su venganza, pero no perdería el tiempo la estudiaría a profundidad de modo que no hubiera ningún impedimento para por fin poseerla, para él y solo para él.

Los acontecimientos pasaron tal como en el canon, Kushina fue enviada a la academia y aunque era una chica muy aplicada y talentosa era rechazada por la mayoría de los estudiantes, en especial por los de clanes más conservadores que no gustaban de los extranjeros y de algunas chicas que aunque no lo decían sentían envidia por su descomunal belleza y en un segundo plano porque ella tenía cautivados a varios niños entre ellos al más deseado por las demás señoritas, el prodigio Minato Namikaze quien intentaba disimularlo pero no podía esconder lo mucho que le gustaba y la apreciaba. Aun así, el rubio de ojos azules, conocido desde entonces como el relámpago amarillo por su sorprendente velocidad, mantenía su distancia con la pelirroja.

El día llegó, finalmente el traslado del Kyubi de un contenedor a otro se haría, las dos Uzumaki estaban listas, habían dejado el miedo a un lado y el proceso tuvo lugar, la transferencia tomó varias horas y fue un éxito, desafortunadamente esta operación dejo a la anciana Mito muy débil y era cuestión de tiempo para que acompañara a su amado Hashirama en la eternidad, aun así vivió; Kushina por su lado ahora debía aprender a vivir con un enorme poder dentro de sí y lo que eso conllevaría como tener el desprecio de muchos aldeanos quienes temían a la bestia y con ello a su contenedor. Para ese momento la ahora señorita pelirroja ya tenía quince años, otro plan se comenzaba a tramar.

País del acero reunión entre dos enemigos con un interés común

Danzo y el tercer Raikage cerraban un acuerdo, el Shimura daría paso libre a sus shinobis para que pudieran capturar a la Jinchiriki del nueve colas y la aldea de la nube daría su apoyo militar en un futuro golpe de estado en la aldea de la hoja. Estaba claro que el líder de RAIZ no entregaría a su flor más deseada ni siquiera por el poder para gobernar el mundo, si había algo que Danzo anhelara más que el poder absoluto era poseer a Kushina Uzumaki, él tenía pensado eliminar a los ninjas de la nube, robar su identidad y suplantarlos con gente de RAIZ para así dar un golpe doble al mismo tiempo: quedarse con la joven pelirroja y comenzar una disputa entre dos granes naciones y culpara al terce Hokage para destituirlo del puesto y ascender él al poder; pero para el viejo ninja oscuro su prioridad era Kuahina.

El acuerdo se cerro y las medidas fueron tomadas, el día fue establecido; las rutas de entrada y salida definidas. Todo se haría de acuerdo al plan, lo único que Danzo Shimura haría sería restregarle en la cara a Mito Uzumaki el hecho de que su querida niña ahora sería suya y que moriría sabiendo que todo lo que la pequeña pelirroja viviera y sufriera de ahora en adelante sería culpa suya y no habría nada que ella pudiera hacer, ese sería su legado.

Para lo anterior, Danzo falsificó un documento en el cual se pedía la presencia de la centenaria mujer en la aldea, a la hora que los infiltrados de la nube se escabulleran en la mansión de Mito donde estaría Kushina sola y así poder secuestrarla. La mujer realmente se encontraría con el Shimura donde le diría toda la verdad, la guardia de la venerable mujer sería neutralizada y cuando apareciera muerta, sería en su casa de una aparente muerte natural, no habría mayores inconvenientes. Tal como se dijo así se hizo, la anciana llegó al lugar de la cita donde entro sola y se llevó una... desagradable sorpresa.

· Buenas tardes Mito sama, ¡qué agradable sorpresa! – Danzo aparecía de entre las sombras y saludando con un tono sarcástico y terrorífico