Mi Alfa llorón

8: No quiero regresar a casa

Solo porque Yohan se encargo de envolverlo entre sus brazos dispuesto a escuchar sus problemas. Daehyeon pudo reconciliar el sueño y dormirse en el lugar más cómodo de toda la vida.

-¿Descansaste bien hyung? -Pregunto entre murmuros Yohan acomodando los cabellos rojizos del mayor.

-Muy bien gracias a ti -Respondió en el mismo tono Daehyeon ocultándose más en el pecho del menor.

Jang al volver a su refugio escuchó la sonora risita de Kim, el menor es tan cosquilludo que ese tipo de acciones lo hacen reír. Recuerda muy bien cuando era un niño y siempre se refugiaba en el pecho de Yohan para hacerlo reír y cuando este lloraba por pequeñeces Donghan y él lo atacaban con cosquillas siendo cuidadosos de no lastimar a Junseo.

El Alfa sumido en sus pensamientos comenzó a cantar solo para su pareja, Yohan esperaba que durmiera un poco más entre sus brazos. Podía renunciar a sus actividades extracurriculares solo para mantener a Daehyeon entre sus brazos como ahora.

-Cantas bien.

-No tengo mucha confianza en el canto.

-Entonces créeme cuando te digo que lo haces muy bien.

Sus ojos se encontraron, Yohan sonrió lo más brillante que puede mostrando sus ancias perfectas, el Alfa sabe bien que el omega nunca le mentiría.

-¡Kim Junseo! -Gritaron molestos.

-Ese es...

-Donghan.

-¿Cuanto tiempo más debemos soportar a Donghan sobre protector nivel monstruo?.

-El trato que hicieron, a su lobo no le gusta.

-Pero los dos sabemos perfectamente que aprenderá a vivir con eso.

-Exacto.

-Y para calmarlo, te necesitamos.

El pelirrojo solo asintió levantándose de la cama, sin pensar en nada mas que detener a Donghan salieron de la habitación. A penas empezaba la mañana y ya tenían que soportar al mayor de los hermanos.

Sin embargo, cuando ingresaron a la habitación del menor Kim se sorprendieron bastante ante la escena que están presenciando.

-Lobo malo -Regaño Seokhwa cruzándose de brazos- Lobo malo -Repitió dándole un golpee en la cabeza al Alfa.

El silencio inundó la habitación, el único omega marcado se dio vuelta ayudando a Junseo a levantarse del suelo. Le dio un masaje tratando de aliviar su dolor en el hombro al ser azotado contra el armario.

-Monstruo, ¿Hay algo que quieras decirle a Junseo?.

Pero el Alfa solo volteo la mirada ignorando la situación. Ante la perspectiva del "Monstruo" no hay motivos por la cual disculparse.

-Bien, no más carreras bajo la luna.

Ante esa declaración, el apodado monstruo miro desesperado al omega, la mirada firme del peli castaño con luces demostraba que no piensa dar su brazo a torcer.

-Lo siento -Se disculpo mirando a Junseo bastante arrepentido.

-Esta bien, solo debo acostumbrarme a ti.

-No esta bien -Se quejó Seokhwa- Monstruo debe aprender a ser menos territorial, ¿Entendiste? Ellos son tus hermanos, son tu familia, nuestra familia, nunca se atreverían a alejarnos. Debes aprender a diferenciar quienes son buenos y quienes son malos.

-Esta bien...

-Ahora vuelve a tu zona y devuélveme a mi novio.

En un parpadeo los ojos grises se volvieron marrones, Donghan había vuelto y Seokhwa corrió hacia él para abrazarlo y llenarlo de besos en la barbilla.