29: Corazones asustados y enamorados

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Los dos se miraban, la antigua mirada llena de amor por parte del Alfa volvió y el omega de Daehyeon pudo volver a sentir amor hacia él.

Su cuerpo se movió por sí mismo, este término sentándose sobre el regazo de Yohan buscando su propio refugio, mezclando su aroma con el Alfa llorón que siempre estaba cerca suyo volviéndolo uno.

-Yohan.

-No digas nada más.

-Yo...

-¿Sigues teniendo miedo por que crees qué nos pasará lo mismos que tus padres?.

-Si...

-Daehyeon, no importa si te digo mil veces que me conoces, porque lo ignoras pero quiero que te quede claro una sola cosa. No soy tu padre y nunca seré como él, si algún día me aceptas y pasen muchos años a tu lado y tengamos nuestros hijos, no me importa que serán Alfa, omega o beta para mi estarán bien mientras sean nuestros.

-Mierda Yohan, no digas ese tipo de cosas.

-¿Por que no? Desde niños sabes que imagino tener una familia contigo.

-Ya no somos unos niños Yohan.

-Es cierto, ahora somos grandes y estoy más que seguro que me gustas mucho.

El lobo del omega saltaba de alegría al escuchar esas palabras, su lobo también fantaseaba con formar una familia con el Alfa que lo envuelve entre sus brazos, soñaba con una casa junto a él, comidas juntos.

-Te quiero Yohan -Confeso Daehyeon depositando un corto beso en el mentón del Alfa- Solo dame un poco más de tiempo para dejar de pensar en el.

-Sabes que siempre estaré aquí esperándote, no hay otra persona que pueda ocupar tu lugar en mi corazón.

-Deja de decir esas cosas, mi estúpido lobo se emociona demasiado.

-El sabe que estamos destinados.

-Pense que no te creías en las cosas de tu abuelita.

-Digamos... que tenia miedo a ilusionarme pero puedo ver que no son puras ilusiones.

-¿Puedes volver a tu casa? Junseo te extraña.

-De acuerdo, volveré a casa.

-Gracias.

-¿Quieres ir a la escuela?.

-Dudo que me dejen entrar.

-Dejamelo a mi.

Pero ninguno se movió, se quedaron por unos cuantos minutos más aferrados al otro antes de moverse e irse a la escuela. En el camino se agarraron de las manos, Daehyeon nunca vio sonreír tanto al menor, no, miente Kim Yohan siempre sonrió así de enorme cuando se trataba de él.

Daehyeon le tiene tanto miedo al amor, a la dependencia a un Alfa que no sabe que hacer, su corazón sigue asustado y dolorido por el trauma que vivió de niño.

Por otro lado, Yohan seguiría luchando por curar ese corazón que tanto anhela. En algún momento sueña con ser el novio de Jang Daehyeon, de solo imaginarlo su corazón se emociona.

Cuando menos se lo esperaron llegaron a la entrada de la escuela, gracias a la simpatía de Yohan entraron sin problemas, el de seguridad ama tanto a los hermanos Kim que no tuvo problemas en hacerlos pasar.

El problema fue cuando encontraron un profesor merodeando por ahí, y este sin dudar los llevo a la dirección donde aún se encontraba el padre de Yohan hablando con el director.

-Los encontré en medio de los pasillos.

-Gracias, ahora puedes irte.

El profesor terminó saliendo de la oficina. Daehyeon tuvo miedo de mirar al Sr. Kim, quizás este enojado con el por hacer que su hijo desapareciera por tanto tiempo pero la verdad es que el Sr. Kim se encontraba contento al volver a ver esos ojos enamorados de su hijo, hacia tanto tiempo que su pequeño había perdido esa luz que tanto lo caracteriza.

-Deja a los chicos afuera, esto es entre nosotros -Dijo el Sr. Kim.

-Pero.

-Yohan, Daehyeon y tu vayan a clases, yo me encargo de tu director.

-Bien.

Obedeciendo a su progenitor Yohan saco a Daehyeon de la oficina del director. Se quedaron a fuera un poco temerosos de moverse.

-¿Crees que nos metamos en problemas?.

-Quizas.

-¿Por qué estas tan tranquilo?.

-Porque te tengo cerca.

-Yohan! -Las mejillas de Daehyeon se volvieron rojizas de la vergüenza- Eres demasiado cursi.

-Me vuelvo un tonto a tu lado.

-Ay no puede ser.

-Hyung.

-Ya se, ya se, me quieres.

-Es bueno que lo sepas.

Yohan se agacho un poco para depositar un beso cerca de los labios de Daehyeon, para la mala suerte del omega, el timbre sonó y un montón de alumnos comenzaron a salir de sus salones. Estos se paraban a verlos de mala manera, unos celosos y otros confundidos por la escena, bastante asustado Daehyeon se escondió entre los brazos de Yohan, su rostro bien oculto en el abdomen del menor pero mucho más alto.

-¿Que hacemos ahora?.

-Nada, que piensen lo que quieran.

-Seria beneficioso para ti que ellos pensaran que soy tu novio, ¿Cierto?.

-Un poquito -Afirmo entre risas Yohan- ¿Acaso te molesta?.

-Para nada -Confeso Jang sintiendo la emoción de su lobo- Pero dirán muchas cosas feas.

-¿Cómo cuáles?.

-Según ellos, soy el novio de Donghan y que su hermanito me este besando cerca de mis labios no se ve bien.

-Eres el mejor amigo de Donghan.

-Muchos dudan eso desde que se arrodilló frente a todos en la cafetería.

-No te preocupes, me encargaré de que eso cambie.

-Buena suerte.

-Hyung.

-¿Si?.

-Mi cumpleaños se acerca.

-Oh.

-¿Vendrás a mi fiesta?.

-Nunca me pierdo tus cumpleaños Yohan, no sucederá ahora.

-De acuerdo, esta vez será en la otra cosa.

-Pense que usaban esa para cuando tienen el celo.

-Tambien pero será una buena oportunidad para aprovechar el espacio.

-Asegurate que nadie tenga sexo ahí.

-No te preocupes, invitaremos amigos de confianza nada más.

-De acuerdo.

Ellos se quedaron así, Daehyeon no quería mirar a nadie, no quería soportar sus miradas desaprobatorias ahora. Lo único que quería en ese momento es mantener su sonrisa por los brazos de Yohan envolviéndolo.

A la distancia, alguien sonreír orgulloso de que esos dos se arreglaran porque él más que nadie conocía sus corazones asustados y enamorados por el otro.

Mi Alfa llorónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora