Luna Negra [El Comienzo...]

Capítulo 4 (E)

—Por aquí.

Subimos las escaleras detrás del joven. Las personas nos dan una mirada, algunos nos sonríen en forma de saludo mientras otros solo siguen en lo suyo.

—¿Tú? —gruñó uno de los guardias de la entrada.

Miré sin entender.

—Cierto. Buenas noches, Alexia Lewis — me miró sin entender—, Cam Smith — miré a mi acompañante— , traemos la orden de comida —¿Gruñó?, y avanzó a mí.

—No queremos problemas a menos que nos den la orden para dar comienzo a uno —el chico que nos escolta se posicionó a su lado mientras mantiene una mano en el pecho del chico.

El guardia me miró desconfiado y regañó entre dientes. Volvió a su posición y nos da paso para entrar. Miré a Cam quien me miró confundido. Me encogí de hombros dándole a entender que también estoy confundida.

Al entrar es literalmente como en las películas. El salón se encuentra al lado derecho, en esté no hay sillas simplemente personas bailando una melodía lenta. Al lado izquierdo se encuentra una sala, las personas están sentadas, una chimenea, televisión y todo lo normal que se puede encontrar en una sala, pero el doble de caro para una persona con una vida normal. Al centro un pasillo que divide ambos lados. Al lado izquierdo, pegado a la pared, hay una escalera que da a un segundo piso. El pasillo es largo y se notan varias puertas; y ventanales el triple de mi porte o incluso el doble del triple, exagerando un tanto la parte de los ventanales.

—Síganme —el joven caminó por el pasillo.

Llegamos a la una de las puertas dando con una enorme cocina. Al menos unas 5 personas caminando de un lado a otro, platos entre las manos, bandejas llenas de copas vacías pero sucias. Al lado izquierdo de la puerta hay una mesa para cuatro personas, una barra para cocinar en la cual, a los lados está, el lavaplatos, los muebles, los cubiertos, ollas, platos, etc. Una ventana en medio de la barra, refrigerador y todo el resto que se necesita para complementar una cocina.

—Aquí, por favor —nos apuntó al mesón rectangular en medio de la sala.

Dejamos las bandejas bajo la mirada de todos dentro de la cocina. Nos saludan y devolvimos el saludo, Cam con una sonrisa y yo con un leve movimiento de cabeza.

Me enderecé una vez dejé la bandeja seguido de eso escuché un golpe a mi lado y risas del resto de personas. Miré a Cam, se está sobando la nuca, las copas y sartenes sobre él se mueven de un lado a otro. Me miró avergonzado y formé una mueca para no reír mientras a él se le vuelven los ojos cristalinos para mirar el suelo sonrojado.

El chico ríe mientras se acerca y le toca el hombro.

—¿Está bien? —preguntó tratando de no seguir riendo.

Cam lo miró avergonzado y se limitó a asentir, y después me miró mientras agarraba la ropa de mi brazo entre dos de sus dedos.

—Disculpen la tardanza, tuvimos un problema y tuve que traer los papeles yo —habló un chico entrando a la cocina mirando unos papeles en sus manos—, ¿tú? —preguntó al alzar la mirada, lo miré extrañada.

—Alexia Lewis, un placer —moví un poco mi cabeza.

—Cam Smith —habló mi compañero.

El rubio que entró a la cocina hace unos segundos me miró.

—¿Qué haces aquí? —preguntó brusco.

—¿Qué sucede?  —preguntó el chico que nos trajo aquí—, hace un rato Ethan actuó igual que usted.

<< ¿Usted?, pero si aparentan la misma edad. >>

Ambos se quedan mirando fijamente por unos segundos. El chico abrió los ojos y la boca para luego mirarnos. El rubio nos miró serio.