Luna Negra [El Comienzo...]

Capítulo 15 (E)

El moreno puso una mano en medio de la puerta, su agarre se intensificó y sus gruñidos se volvieron salvajes. No despegó su rostro de mi cuello, su lengua siguió entretenida sobre mi piel mientras su otra mano da apretones sobre mi muslo.

Sentí como empujaban la puerta detrás de mí mientras el moreno impedía que derrumben la puerta.

<< ¿Es posible que varias personas no puedan contra uno?, dejando en claro que ese uno es un Alfa o próximo Alfa >>

—Odio que interrumpan cada vez que estas sumisa ante mí —su voz ronca me hace estremecer.

—Deberías soltarme, ¿no crees? – forcé a mi voz a salir normal.

—¿Y dejar que te vuelvas vulnerable bajo mi tacto en otro momento?.

—Y olvidar que quieres meterte entre mis piernas —murmuré obvia.

—¿Así como estoy ahora? – sonríe quedando cara a cara.

—¿Te he dicho que eres un idiota?.

—No, pero si que soy malditamente caliente.

Su sonrisa pícara al igual que su mirada me retaba sin miedo y con provocación.

—¿Cómo es que entre ellos no logran derrumbar la puerta?.

—Soy un Alfa, muñeca, mi fuerza es mayor que muchos y mucho más si es un momento que no quiero que sea interrumpido.

—Lastima, pero tu novia interrumpió — sonreí ante su reacción.

—Tenias que arruinar el momento.

—Yo no arruine nada, y ahora bájame.

—¿Y si no lo hago? —empujó su cadera contra la mía.

—Recuperé mi autocontrol, lobito. Suéltame ahora o te corto las pelotas — hablé neutra.

—Y tienes la altura perfecta para que no se te complique —soltó una carcajada.

Caminó unos pasos hacía atrás dejando libre la puerta, Sean y otros guardias caen una vez la puerta se abrió.

—¡Alexia! Dime que llegue a tiempo y este cavernícola no te comió.

—Bájame —tiré un poco brusco su oreja.

Me bajo de inmediato y quedó encorvado quejándose.

—Si lo van a matar, lo tienen fácil ahora —miré inocente a las personas frente a mí.

—¿Qué fueron todos esos gritos? — Camille apareció por la puerta sobándose los ojos.

—¿Alexia? ¿Alfa? —Zali llegó confundida.

—Si pronuncian alguna palabra les corto la lengua y luego los obligo a tragarse sus pelotas —hablé entre dientes.

Me miran asustados y luego intercambian miradas entre ellos, asienten y luego sonríen en mi dirección.

—El Alfa y la Señorita iban procrear bebés —los guardias y Sean hablaron rápido, me miraron y salen corriendo.

—Castígalos de la peor manera que sepas —empecé a caminar sin mirar a las chicas que estaban en shock.

—¿Es verdad? —Camille llegó a mi lado.

—No se pasen historias por la cabeza.

—Pero tú y él..., iban a..., ya sabes a... —Zali tartamudeó entre palabras.

—Un polvo seria un polvo y ya —rodé los ojos.

—Nos vemos, tengo que ver a alguien — sonreí sin separar los labios.