Luna Negra [El Comienzo...]

Capítulo 2 (E)

—¿Quién eres?.

La voz del moreno resonó con firmeza y desconfianza.

—Nadie que te importé —respondí neutra.

—Ok, nadie que te importe, tendrás que venir con nosotros —sonríe de lado.

—Esa jugada es antigua, cachorro —me mantuve seria pero con un toque de diversión en mi voz.

—¿Cachorro? —asentí—, ¿a cuántos lobos le dices eso? —la sonrisa del moreno vuelve.

—Solo a uno —hice una pausa—, el resto son lobos.

Observé como a varios de los lobos se les forma una sonrisa lobuna. Es gracioso ver esos gestos.

El moreno los miró serio y estos dejan de reír para volver a gruñir a nuestra dirección mientras miran a su Alfa con ojos divertidos. El moreno me miró serio mientras se acerca.

—No se interpongan, lobas. Saben que aún en forma lobuna las puedo matar fácilmente —el moreno las miró mientras camina a paso firme.

—Eso fue divertido —contesté a su amenaza anterior.

—Estás tentando al diablo, muñeca — detuvo sus pasos—, creo que debes de haber escuchado mucho la frase "no juegues con fuego que te puedes quemar".

—Invéntate una mejor -—bufé—, tus dichos son antiguos, cachorro.

—¡Salgan de mi camino! —el Alfa gruñó y mis amigas le gruñeron—, tienen valentía lobas.

Su sonrisa fue macabra y juguetona, la expresión perfecta para dar media vuelta y correr.

Lesli y Adalyn gruñen preparándose para pelear mientras que Zali se agacha y ataca al lobo una vez esté salta a nuestra dirección, lo derrumba, pero el lobo la empuja con sus patas traseras. Las chicas corren a esté y empiezan a morder, pero el lobo las esquiva demasiado fácil. Vuelven a posicionarse cada una rodeando al Alfa. El lobo quedó mirando a mi dirección sin perder el contacto con sus otras tres rivales.

Adalyn saltó hasta el lobo gruñendo junto a Lesli, pero él solo retrocede dos pasos y estás chocaron entre ellas.

—¿Enserio? —hablé impresionada—, ¿Cómo es que son más torpes en forma lobuna que peleando en forma humana? —me miraron gruñendo—, a él perras, no a mí —gruñen mientras bufan.

Zali me miró divertida. Aprovechó que el lobo negro se concentró en mis palabras y saltó a su lomo hasta enterrar sus colmillos y garras en ambos costados El lobo gruñó y soltó un aullido provocando que sus perros falderos traten de meterse a la pelea. Las chicas se posicionan igual que hace un rato.

—¡Atrapen a la amenaza! —gritó el rubio.

El lobo negro gruñó y sus hombres se detuvieron rápidamente. Se levantó del suelo caminando hasta nosotras.

Su compostura aumenta drásticamente. Su cabeza se alzó para luego bajar su hocico, y camina con elegancia gruñendo a mis amigas. Las chicas bajan la cabeza mientras sus cuerpos se desplazan hasta el suelo durante una larga lucha con ellas mismas para no quedar en completa sumisión. Ellas gruñen y el lobo se acercó más a nosotras. Las chicas dejaron su cabeza recostado en el suelo mientras sus cuerpos están tendidos, su cola escondida entre las patas y sus orejas caídas.

—No tienes quien te salve, humana —el moreno habló después de volver a su forma humana.

El rubio le entregó un short y se vistió.

—Creo que ya me han protegido bastante, lobitas —me gané en cuclillas dándole palmadas en la cabeza a Zali.

Ella me miró suplicante para que no desafié al Alfa.