Capítulo 54 (E)

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—Te digo que te debes cuidar —regañé al castaño.

—Estoy bien, manzanita —murmuró—, solo es una herida.

—¿Por eso te dejaran un mes en observación? —alcé una ceja molesta.

—Son unos exagerados —rodó los ojos—, desperté en perfectas condiciones.

—Suficiente se tuvo con tu estúpida broma de hace un rato —fruncí el ceño—, ¿Quiénes son? —repetí sus palabras—, ¿lo encontraste gracioso?

—La verdad sí —me miró—, la verdad no —bajó la mirada.

—¿Sabes el susto que nos diste cuando dijiste eso? —Brad intervino.

—Sus expresiones me dijeron todo — habló tratando de ocultar la diversión.

—Das dolor de cabeza, idiota —toqué mi sien.

—Princesa —Matt se levantó de la silla—, ¿puedes acompañarme? —asentí.

—Déjala un rato más, ha estado poco tiempo —Alex hizo un puchero.

—Ya se hará de noche, Alex —Matt alzó una ceja.

—Desperté tarde —se quejó.

—Despertaste a las tres de la tarde y serán las nueve —Matt se acercó—, vamos.

Salimos de la habitación de Alex entre quejas, lo miré y me sonrió caminando a los ascensores, entramos y presiono el número ocho, las puertas se abrieron y caminamos por el pasillo.

—Buenas tardes —Matt saludó al guardia.

—Ya sabes la habitación, muchacho —le sonrió dejándonos pasar.

—Permiso —Matt entró despacio.

Miré a la chica que tenía un libro en sus manos, alzó la mirada y sonrió alegre al ver a Matt, su rostro estaba pálido y sus labios casi del mismo color, su cabello estaba amarrado en una coleta baja, me miró, su rostro cambio y dándome una mirada un poco asustada.

—¿Cómo sigues? —Matt se acercó y habló suave.

—Bien —la chica murmuró tímida.

—¿Recuerdas a la chica que te mencione?, la que conocimos por Alex —la chica asintió—, es ella —me miró.

—Ho-hola.

—Tengo el privilegio de conocer a reina —me adentré a la habitación—, eres muy bonita —le sonreí.

—En estas condiciones no lo creo — murmuró.

—Si eres bonita en estas condiciones, no me quiero ni imaginar tu belleza.

La chica se sonrojo con mis palabras, apretó las sabanas sobre sus piernas y escondió el rostro.

—Ella es Cristal —Matt la presentó—, es mi reina —murmuró.

Su mirada tierna y de un bobo enamorado mientras observaba a Cristal me dio a entender que encontró a su chica.

—Quien diría que el chico con tatuajes, de pocas palabras y con mirada de asesinar —me acerqué—, miraría de forma tierna y enamorado a una chica.

La chica levantó la mirada e hizo contacto visual con Matt, se sonrojó y le sonrió tímida.

—¿Puedo preguntar por qué estás en el hospital? —miré a Cristal.

Matt me miró y volvió a mirar a la chica, ella asintió y me miró.

—Tiene problemas alimenticios — comenzó a hablar Matt—, hace cinco meses habíamos salido y se desmayó, la traje al hospital —miró a Cristal—, ese día me enteré que ya había llegado más veces por el mismo tema, decidieron dejarla aquí hasta que subiera quince kilos y diera avances en su alimentación.

Luna Negra [El Comienzo...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora