Capítulo 12 (E)

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—¿Tienes preparatoria hoy?.

—Camille, no me levante temprano para ir a jugar con la tierra —rodé los ojos en un momento aburrido.

—Lo siento —su mirada cae en el suelo—, extraño a mi hermano.

—No lo ves desde ayer.

—¿Y? —levantó su cabeza acercándose a mí —¿Tú no extrañarías a tu hermano si se fuera por un tiempo?.

Eso lo sentí como un balde de agua fría caer sobre mi espalda. Permanecí quieta mirando algún punto en la pared.

—¡Oye! – movió bruscamente mis hombros.

—Deja tus actitudes infantiles y ve a preparar tus cosas. Me iré antes.

—¿Qué sucede?.

Caminé a la puerta con Camille pisándome los talones.

—Ya basta —miré a la chica junto a mí.

—toma mi moto y ve en ella —susurró—, sé que te gusta la velocidad. No te enfades conmigo, por favor.

—No lo estoy, luego de clases vamos a comer algo ¿buenos? —ella asintió repetidas veces.

Sali en busca de la moto de Camille, unos guardias la llevan a la salida de la ¿manada? Y me entregan las llaves.

—¡Maldita pitufa! ¡Espera a tus mayores! —los gritos de Cam me hicieron girar a él.

Pestañeé algunas veces viendo como tropieza con sus cordones desabrochados, cae al suelo quejándose mientras acaricia la parte baja de su espalda.

—¡Duele! Creo que me quebré algún hueso —me miró con un puchero.

—Estas moviendo sin problema alguno tus piernas.

—¡Tomaron vida propia!.

Rodé los ojos y pasé una pierna por cada lado de la moto, encendí a esta hermosura escuchando su bello rugido, pongo el casco y cierro la chaqueta, la mochila ya está guardada.

—¡Espérame!.

El grito de Cam provocó que sonría de lado negando levemente. Acelero dejando atrás los gritos de mi amigo.

....♡....

—¡Alexia! Tanto tiempo —Klaus se acercó movimiento sus manos.

—¿Qué te ha pasado? —Gus caminó al lado del anteriormente nombrado serio.

—Nada nuevo —suspiré—, es hora de entrar a clases.

—¡No! ¿nos escapamos? —miramos a Klaus y seguimos caminando—, no sean aguafiestas.

—Buenos días estudiantes —el maestro entró después de nosotros.

—Profe una semana más para el trabajo ¡por favor! —el resto del salón se contagió con el puchero.

—¿Trabajo? —miré a Gus a mi lado.

—Ten —me entregó una carpeta—, sabía que te olvidarías del trabajo de esta semana.

—¿En qué momento el profesor mandó un trabajo en historia?.

—Cuando te peleaste con la rubia plástica y te mandaron a dirección.

—¡Silencio! —el salón quedó en silencio mirando al maestro— quiero sus trabajos en mi mesa ahora.

Nos acercamos al maestro dejando las carpetas una encima de otra. Creo que no extrañaba para nada los estudios.

....♡....

Luna Negra [El Comienzo...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora