Luna Negra [El Comienzo...]

Capítulo 42

- Marcia – Dexter se alejó de mí y le habló a la nombrada en el oído.

Ella asiente y sale del comedor.

- ¿Estas feliz después de lograr tu objetivo? – me miró serio.

- ¿Qué objetivo? –

- Te encanta ponerme celoso – se acercó a mi oído – a mí me encanta castigarte – susurró perverso – cachorra – mordió mi lóbulo.

- Los invitó a tomar asiento, como toda cena que se realiza aquí, el postre no puede faltar – habló mirando a los demás – no podremos acompañarlos con el postre, dejó al Beta y a la señorita Camille a cargó de la reunión. Que disfruten y tengan buena noche –

Dexter tomó mi brazo y empujó mi cuerpo de forma discreta hasta la salida, lo miré confundida y caminamos hasta su despacho.

Entramos, Marcia estaba saliendo, nos miró y se fue, miré sin entender a mi lobito.

Caminó a su escritorio y se sentó, me miró, caminé hasta él, observé encima de su escritorio, había frutillas cortadas en rodajas en un plato y en la otra crema, lo volví a mirar con desconfianza.

- Podríamos haber comido con los demás – me acerqué apoyándome en el escritorio.

- El postre no sería el mismo – su mirada se oscureció al mirarme.

Sonrió de lado, mi cuerpo se estremeció ante su mirada y la actitud que desprendía en este momento, se levantó provocando que alzara mi rostro para lograr mirarlo.

Sus manos se afirmaron en el escritorio a cada lado de mi cadera, se acercó y tomó una rodaja de la frutilla.

- ¿Te gustan las frutillas? – me miró perverso.

Asentí sin emitir palabra alguna, sonrió de lado y se alejó, se quitó su blazer, tomó su corbata y tiró de ella, tragué saliva.

<< Esa fue una imagen muy caliente >>

Miró su corbata y se acercó a mí, lo miré con desconfianza, tomó mis caderas y giró mi cuerpo quedando espaldas de él, empujó mi cuerpo quedando mi pecho apoyado en el escritorio, tomó mis manos y las puso detrás de mí espalda, la tela de su corbata acarició mis muñecas, amarró mis manos.

- ¿Qué mierda vas a hacer? – lo miré sobre mi hombro.

- Te ves muy exquisita en esa posición –

Su cuerpo se encorvó, hizo a un lado mi pelo y besó mi hombro, su mano bajo por mi cintura, apretó mi cadera y golpeó mi trasero sin pudor.

Mi pierna se levantó un poco, me quejé escondiendo mi rostro, sentí su sonrisa sobre mi piel.

- ¿No te preguntaste el por qué escogí ese conjunto, cachorra? – preguntó susurrando en mi oído – sabia que harías algo para ponerme celoso –

Tragué saliva, su mano se deslizó de mi trasero por mi pierna, volvió a subirla levantando el vestido, mi trasero quedó a su vista.

- Ni se te ocurra dejarme marca en mi trasero – lo miré seria.

Sonrió de lado, se alejó un poco, tocó mi trasero y golpeó mi nalga derecha, me quejé, nalgueó mi otra nalga y volví a quejarme.

- Maldito idiota – me quejé.

Su mano aterrizó sobre mi piel con más fuerza, traté de levantarme de la posición en la que estaba, su mano empujó mi espalda y volví a caer sobre la mesa, golpeó otra vez mi trasero, su golpe fue en seco, me quejé cerrando los ojos con fuerza.