Capítulo 40 (E)

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Desde antes de ayer no responden mis mensajes y Dexter no responde las llamadas.

—¿Comerás la gelatina?

Negué extendiéndole el plato a Klaus.

—Quiero algo de beber —Gus se levantó—, vuelvo en un rato.

—Mira quien viene —Klaus hizo un movimiento de cabeza.

Miré sobre mi hombro y Alex junto a los chicos me sonríen, caminaron hasta nosotros y tomaron asiento.

—Tanto tiempo princesa —Brad me abrazó por los hombros.

—¿Y Gus? —Max miró a los lados.

—Pidiendo algo para beber —Klaus lo miró sin levantar la cabeza.

—Tranquilo, solo pregunto —Max levantó sus manos—, es extraño no verlos juntos, por eso la pregunta.

—Hay una fiesta esta noche en la casa de un amigo de Max —Alex nos miró—, ¿les interesa la invitación?

—Alexia no tiene planes y nosotros tampoco —Klaus levantó la cabeza—, creo que aceptamos la invitación.

—Me parece bien —sonreí al castaño.

Nos levantamos, le avisé a Gus que lo esperaremos afuera y salimos mientras los chicos iban hablando de la fiesta

—¿La mosquita muerta irá a la fiesta?

Esa maldita voz fastidiosa me informó de la presencia de alguien a mi espalda.

—¿Mosca muerta? ¿lo dice el imbécil que no supera haber sido un juego? — contesté sin mirarlo.

—Eres una perra.

—Cuida tu vocabulario —Alex lo miró serio.

—Más juegos a tu lista, pobre de ustedes —se acercó—, ¿cuál será el primero?

—Lárgate.

—Los jueguitos salen a defender a su entrenadora, que bonito —habló con ironía.

—Supera de una vez esa historia, bonito —sonreí de lado forma más falsa posible.

—¿No recuerdas mi nombre? —su rostro era de un pobre ser ofendido.

—Fuiste juego de una hora ¿qué esperabas? —alcé una ceja.

—Eres una completa zorra.

—El idiota que se folló a medio instituto insulta de zorra a la chica que no se logró follar —sonreí de lado.

Abrió la boca sin emitir palabra alguna.

—Deberías aceptar tu derrota, solo das lastima —Gus llegó por su espalda tomando de su jugo.

—Llegó el maricón.

Fruncí el creo y me acerqué a paso lento al idiota.

—Cuida tu lengua —lo miré seria—, o será lo único que te entrará por donde no te da el sol —murmuré.

—Maricón o como desees llamarme al menos tengo a quien me ama y no debo ir dando escenas para llamar la atención —Gus se acercó a Klaus.

—Se junto el trío de niñitas —miró a la pareja y luego me miró—, el dúo de niñitas y la zorra —sonrió de lado.

—No vuelvas a insultar a mi chica.

Su voz me hizo estremecer, miré a mi espalda y mi lobito tenía su mirada puesta en el imbécil, se acercó a mí y tomó mi cintura.

Luna Negra [El Comienzo...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora