Capítulo 55 (E)

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Sonríe sin dejar de mirarme, una lagrima recorrió su rostro hasta caer al suelo, su cabello oculta parte de su rostro, sus ojos se cierran sin prisa. El reloj de arena siguió avanzando aproximándose al final, pero para mí los granos dejaron de avanzar.

Mis mejillas fueron abrazadas por el cálido de las lágrimas, giré sobre mis tobillos, tomé a la señora Luci de los brazos y la ayudé a levantarse. Su rostro estaba hinchado, gritaba y sollozaba, mismos ruidos que eran opacados por el trapo en su boca.

Heider abandonó el lugar después de ver el cuerpo sin vida de Camille dejándonos solas, salimos con dificultad por los actos de la señora Luci, yo seguía en estado de shock sintiendo las lágrimas en mi rostro, pero estaba neutra en mis emociones.

Miré al frente, vampiros y cazadores llegaron frente a nosotras, desvié la mirada a la señora Luci, su rostro pálido me miró con lastima y disculpa, la pesadez en su cuerpo se hizo presente y cayó al piso conmigo arrodillada, la terminé de tender en el suelo y volví a levantarme limpiando mi rostro.

—Hija de Satanás llorando —uno de los vampiros carcajeó—, esto es inolvidable.

No pronuncié palabra alguna, en mi mente pasaron una y mil formas de matarlos. Quería sangre, quería escuchar gritos y suplicas, quería venganza, quería ver dolor. Los miré, uno por uno, mi rostro estaba neutro.

—Acabemos con el dolor de la Luna — carcajeó un cazador y corrió a mí.

No me moví, observé sus pasos, su mano alzada preparada para atacarme y su grito de guerra. Di un paso a mi derecha y clave la daga en su pecho a la vez que él pasaba por mi lado, retiré la daga y volví mi cuerpo al frente, dos cazadores se acercaron, esquivé su golpe, corté un poco su muñeca, se alejó quejándose y tomé al otro del brazo, tiré de su cuerpo a mí enterrando la daga en su cuello, su mirada se apagó mirándome directo, lo ocupé como escudo del mismo cazador al que le corté un poco la muñeca, estiré mi brazo por un costado clavando la daga en las costillas del cazador vivo, empujé ambos cuerpos, que cayeron al suelo.

Tres vampiros se movieron sin dejarme ver si quiera su sombra, me quedé quieta en mi lugar, giré la daga en mi mano y la clavé en el vampiro que venía por mi espalda, la giré haciendo el corte más profundo, retiré y la volví a girar sobre mi mano atacando al que venía por mi costado, mi cuerpo se giró a la misma dirección que el vampiro quedando frente a frente, nos miramos, retiré la daga y la clave rápido en su cuello, me afirmé de él impulsando mi pierna que chocó con el otro vampiro a mi espalda, lo miré llevando la daga contra él, se alejó rápido.

Dejé caer el cuerpo tieso del vampiro, me giré al resto de vampiros y cazadores, me miramos y atacaron seis de los vampiros y cuatro cazadores, derribé a dos cazadores. Manos tomaron mis brazos y piernas dejándome inmóvil, tomaron mi cabello tirando de mi cabeza hacía atrás, un cazador me dio una patada en el estómago, tosí mirando al vampiro que tomó mi cabello.

El cazador tomó mi mandíbula de forma brusca, me hizo mirarlo, su puño se alzo e impactó con mi rostro que giró a la derecha, escupí la sangre que se había acumulado en mi boca, alcé la mirada y lo miré.

—No podía esperar más de un cobarde de mierda —murmuré neutra—, no tienes los huevos suficientes para enfrentarte sin tus perros falderos.

—Perra de mierda —murmuró entre dientes.

Su puño volvió a impactar con mi otra mejilla, volví a escupir, su puño impactó con mi estómago, me quejé, lo miré con burla, la misma que le molesto e hizo que me golpeará en mi mandíbula, mi cabeza se movió hacia atrás.

Mi cabeza me dio vueltas con su golpe, miré a mi alrededor viendo como todos tenían sonrisas en su rostro. Los veía doble y no podía entender lo que decían, moví mi cabeza de un lado a otro tratando de recuperar los sentidos.

Luna Negra [El Comienzo...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora