Capítulo 8 (E)

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—¡¿Alexia?! —la voz del rubio sonó exaltada mientras tocaba variadas veces la puerta.

El moreno gruñó en respuesta. Quitó su mano izquierda llevándola hasta la entrada, o en este caso salida y empujó en un movimiento un poco brusco mi cuerpo hasta chocar con la puerta provocando un quejido mezclado con un jadeo de mi parte.

—Mierda —escuché como susurran detrás de la puerta.

—¡John! ¡Corre maldito perro! ¡Rápido! —el rubio gritó desesperado.

El lobo frente a mí gruñó más fuerte apretando mi cuerpo al suyo. Separó mis piernas con una de las suyas, levantó su rodilla con delicadeza hasta tocar mi intimidad con ella, hace un movimiento un poco más brusco provocando un jadeo de mi parte.

<< Mierda, esto no me lo esperaba. >>

—¿Están dentro? —creo que esa voz es del pelirrojo de la noche anterior.

—No hay tiempo para malditas preguntas, hace tus bidibabidibus ¡Rápido! —el rubio habló apresurado.

—Se dice bibidi babidi bu —corrigió al rubio.

—¡Apúrate lobo estúpido! —exclamó en respuesta.

—Bewusteloos, dood of slapend. Wazig zicht, bij mijn woorden, verlies het bewustzijn!.

Terminando aquellas raras palabras el lobo frente a mí cayó provocando que cayera junto a él.

—¿Lo mataste? —le pregunté una vez en el piso.

—Esta inconsciente —el brujo respondió.

—Que mal.

—Tenemos que sacarte, no sé cuánto tiempo dure inconsciente —volvió a hablar ignorando mis palabras.

—¡Quítense ogros peludos! —Zali gritó para luego escuchar como introducen algo en la manilla.

—¡Alexia! —volvió a gritar mi amiga.

Corrió a mí, saltó sobre mí para poder abrazarme aliviada.

—Pasó una noche, puede que al despertar vuelva a ser él —el pelirrojo terminó de hablar mientras se ganaba de cuclillas y tocar la frente del Alfa.

—Vamos arriba —Camille se asomó—, John. Sean, ¿pueden encargarse de él? —ellos asienten.

Zali me agarró del antebrazo y me obligó a caminar junto a ella, salimos de la habitación y empezamos a caminar por el pasillo. Miré a Zali.

—Tienes la mirada perdida —hablé un poco tranquila.

Me miró y sonrió. Subimos las escaleras

—Tenemos que hablar —Camille entró a la habitación en la cual me quede la noche anterior.

—Se suponía que ibas a la habitación de Camille por tus cosas, ¿por qué te fuiste a meter al calabozo? —Lesli estaba exaltada.

—Respiren y dejen hablar —me siento en la cama bajo la mirada de las cuatro—, al salir de la cocina iba a ir a la habitación de Camille, pero antes de subir las escaleras una chica se me acercó —se miran—, me dijo que el rubio quería hablar algo conmigo, pero en los calabozos. Encontré extraño, sí, pero de igual forma bajé —terminé de hablar.

—Te dijo que no debías bajar ayer, ¿por qué te llamaría hoy? —Camille rodó los ojos.

—¿Para joder a su hermano quizás? — miré a Camille seria, ella asintió ante mi comentario—, al bajar me dijo que tu hermano estaba al final del calabozo al lado derecho pero no habia nadie. Comencé a escuchar gruñidos y una voz más ronca de las que escuché antes, no supe quién era, mi subconsciente me gritó que corriera y por primera vez lo hice pero la puerta estaba cerrada —hice una pausa.

Luna Negra [El Comienzo...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora