—¿Qué fue eso? —lo miré divertida.—¿Un beso? —su mirada se desvió.
—El gran Alfa todo temible, ¿está sonrojado? —di unos pasos tratando de ver su rostro a la vez que él desviaba la mirada en dirección contraria.
—¿Qué hacías con ese imbécil? —su mirada capturó la mía de golpe.
—Se llama Alex.
—Imbécil —rodó los ojos.
—Como sea, tomó mi brazo y me tiró a esa habitación —me encogí de hombros.
—¿Por qué no te fuiste si estabas incómoda?.
—No lo estaba —miré a otro lado.
—Tu mirada ni siquiera se topo con la de él, ¿no estabas incómoda?.
—Es muy alto y me duele el cuello.
—Soy más alto que él y de igual forma me miraste.
—Tú eres tú y él es él —fruncí el ceño.
—No te quedes en un lugar si te sientes incómoda —me miró.
—Gracias —murmuré—, ¿qué hacías ahí?.
Gruñó un poco y volvió a mirarme.
—¿Quieres la verdad? —asentí—, una chica me llamó y me dio una mamada luego iba de vuelta para ir a ver la "película" y te encontré a ti —me miró.
Lo miré seria y rodé los ojos.
—Y el imbécil es él —reí fuerte después de unos segundos—, ¿tan poco duras, Alfa?.
—Su lengua se movía de maravilla —se relamió los labios de forma traviesa—, es difícil resistirse a eso.
—Poco te duró esa maravilla.
—Lo suficiente para ser recordada — guiño un ojo.
—Poco agitado llegaste —sonreí frente a él—, falto más acción parece.
—El problema es que no fuiste tú.
Lo miré sin saber que responder por unos segundos, su respuesta me tomó de sorpresa congelando mi mente.
—Tendrás que seguir buscando algo parecido —palmeé su brazo—, o solo imagínalo mientras otra este de rodillas.
—Algún día esa fantasía se cumplirá — me miró travieso—, y te tendré a ti de rodillas —se acerco quedando cerca de mi rostro—, aun que no es necesario que te arrodilles para quedar a esa altura —carcajeó.
—Deja de molestar con la altura — murmuré seria.
—¿Puedo llevarte a un lugar?.
Lo miré confundida.
—Fue extraño encontrar ese lugar aquí y espero te guste —sus mejillas se tornaron un poco rojas.
—¿Dónde?.
Me miró y sonrió.
—Sígame, señorita —extendió su mano.
—Detrás suyo, caballero —acepté su mano.
—Si no es delante será al lado pero nunca atrás —me miró—, a no ser que deba protegerla.
Sonreí ante su respuesta.
—Eres extraño, Alfa —hablé a lo bajo sin dejar de mirarlo.
—¿Por qué lo dices, cachorra? —usamos el mismo tono de voz, aun que el suyo era más grave.
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Luna Negra [El Comienzo...]
WerewolfElla era una chica ordinaria a simple vista, la cual provocó que mi historia y todo aquello que conocía diera un giro completamente inesperado, atrayendo consigo un nuevo mundo y un joven que removería mi ser. Me vi envuelta en un amor, amistad y ve...