Luna Negra [El Comienzo...]

Capítulo 7 (E)

—¿Se puede? —Camille tocó la puerta de la habitación.

—Entra.

—Vengo para que bajes a desayunar — asomó de forma tímida su cabeza.

—¿A las 7 de la mañana? —miré el reloj que colgaba de la pared.

—Venía para hablar contigo sobre lo de anoche, pero tenía las esperanzas que estuvieras dormida.

Su mirada se desvío a un costado y volvió a mirarme.

—Adelante, habla —me incorporé sobre la cama.

—Mi hermano está en los calabozos.

Hizo una pausa.

—Hay una celda, la cual da término a los pasillos y se ocupa solo para el Alfa, las cadenas contienen una gran cantidad de plata provocando que se debilite y no las pueda destrozar —hizo una pausa—, siempre y cuando su objetivo este a distancia —murmuró casi en un susurro.

—Ya que tu hermano no está, ¿me puedo ir? —pregunté esperanzada.

—Necesitamos averiguar algo y eso conlleva a un largo período de tiempo en el cual tú estés aquí.

—Sigue hablando —mi voz sonó más baja y lenta.

—Te pediré que no bajes a los calabozos.

—¿Ni siquiera para molestarlo? —hice un puchero.

—No, esto es serio. En estos días vendré y te diré cuando todo se calme.

—Bajaré faltando para las nueve a desayunar —asintió a mis palabras.

—La casa es tuya, recorre todo lo que quieras, sal al jardín o si quieres a la cuidad, pero necesitas pedir que alguien te lleve el primer día —se ríe—, de lo contrario te perderás.

....♡....

—

¡Déjame, mosca maloliente!.

—¡Entrégame mi tostada, jirafa de dos patas!.

—¡Adalyn! ¡Cam! Parad su pelea —Zali alzó la voz por sobre la de Cam y Adalyn.

—Ella me quitó mi tostada —Cam hizo un puchero.

—Él la dejó en el plato y se fue —Adalyn se excusó.

—¡Ve y hazte una tú! —Cam gritó.

—¿Qué hay de comer? —me senté al lado de Lesli.

—Ten, compartamos el desayuno —me indicó su plato—, hice demasiado.

—¿De qué es este jugo? —hice una mueca al beber.

—Adalyn lo hizo, creo que tiene piña, naranja y plátano —respondió divertida.

—Huele horrible —mi nariz se arrugó al igual que mis labios.

—Es de frutilla —me mostró su jugo.

—Mañana haré nuestro desayuno —le sonreí agradecida.

—No te lo rechazare, extraño tu comida.

—¡Rata asquerosa! —Cam gritó llamando nuestra atención.

—¡Tabla gigante! —Adalyn atacó.

—¡Levántate y cocínate los huevos que nadie te da! —Cam volvió a atacar.

—¡Ve y prepárate otros huevos que te faltan! —Adalyn respondió.

—¡Parad! ¡YA! —Zali se levantó de su asiento caminando hasta los chicos.