7.Háblame un poco de ti...

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Al día siguiente...

- Buenos días July! Cómo amaneció hoy mi perdida amiga favorita? - preguntó Alejandro.

- Buenos días Ale! Bien! Y tú? Y no me salgas con eso de perdida, sabes perfectamente en qué ando y donde he estado.

- Y cómo vas con ese tema? - Alejandro tomó asiento.

- Pues no hay mucho avance! Con Valentina todo sigue igual y doña Julia ahí la lleva. Lo bueno es que ya pude hablar con papá y todo bien, no sé porqué me demoré en decirle la verdad sabiendo como es.

- Tú papá es un hombre admirable y comprensivo! July cambiando de tema, es importante que verifiques estos planos, hice los ajustes que me pediste y necesitamos de tu visto bueno para que en un mes arranquemos con el proyecto tan esperado.

- Déjamelos aquí y los checo! Ale, gracias por estar al pendiente de todo, eres el mejor. - le lanzó un beso.

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Días después...

Este día a Juliana se le había dificultado ir al hospital, tenía muchas cosas que atender, estaban casi por iniciar la construcción del dichoso proyecto que tantos dolores de cabeza le había dado últimamente y para variar Alejandro se encontraba un poco indispuesto. Habían pasado 15 días desde que Valentina fue sacada del coma y aún no mostraba avance de nada, la situación con doña Julia variaba mucho; un día estaba bien y otro día se venía abajo, se le estaba dificultando movilizarse, por lo que le recomendaron mantenerse en reposo la mayor cantidad de tiempo.

Mario regresó de su viaje la semana anterior e inmediatamente había coordinado con Juliana la visita al hospital, conversó primero con Max quien también era un gran amigo y al que quería como si fuera de la familia, éste le explicó más a fondo toda la situación de ambas mujeres. Después de estar al día con todo, pidió ver primero a Valentina, al hacerlo sintió pena por ella, era una chica tan joven, se veía inocente e indefensa, tan ajena a todo.

Por último conoció por fin a doña Julia, en compañía de su hija entró a la habitación a ver a la anciana.

Flashback

- Buenos días doña Julia! - saludó Juliana - Cómo me le va? Hoy vengo con alguien que me gustaría presentarle.

- Buenos días July! Buenos días señor! Yo estoy bien ¿y ustedes? - preguntó una sonriente Julia.

- Nosotros bien gracias a Dios! Permítame presentarme doña Julia, mi nombre es Mario Valdés, el padre de esta criatura, - volteó a ver a Juliana- para mi es un placer por fin poderla conocer, mi hija me ha hablado mucho de usted. - le extendió la mano.

- Mucho gusto Sr. Valdés! Espero que le haya dicho cosas buenas, - correspondió al saludo- July me contó que había hablado con usted y que quería venir a conocernos.

- Así es doña Julia! Y por favor, nada de Sr. Valdés, dígame Mario, siéntase en confianza. Le quiero agradecer por la manera en la que ha tratado a mi hija, estoy consciente de que todo esto es una situación difícil y que cualquiera en su lugar hubiera reaccionado diferente, si embargo usted lejos de reclamarle algo la ha apoyado. - Juliana solo los observaba en silencio.

- Juliana es una niña muy buena! Se lo digo siempre, no más nunca me cree. - la miró y Juliana con una sonrisa negaba con la cabeza.

Los 3 siguieron conversando hasta que había llegado la hora de irse, en todo momento se sintió la buena química en esa habitación. Julia y Mario charlaron como si se conocieran desde hace mucho años y esto definitivamente alegró a Juliana, antes de retirarse, el mayor de los Valdés le prometió a doña Julia que le visitaría más seguido. Fue así como desde ese momento iba cada vez que podía al hospital, relevaba a su hija cuando esta por alguna razón no podía ir, le llevaba a su nueva amiga cosas ricas para comer y que estuvieran permitidas en su dieta, ambos compartían el conocimiento que tenían en diferentes temas.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora