Golpe del destino...

59. El karma existe...

Esa noche Juliana no durmió, en realidad nadie logró hacerlo. Por más que su padre intentó saber de que se había tratado la conversación que había tenido con Beatriz, no más no hubo manera, la morena no soltó palabra, solo le dijo que confiara en ella y que ese era un tema que solo a ella le correspondía, ya después le revelaría todo.

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El día del juicio había llegado, en él se encontraban todos los involucrados y uno que otro espectador que no se quería perder ningún detalle. Oscar sería el primero en ser juzgado.

Fiscal: Sr. Oscar Carvajal está usted aquí el día de hoy debido a que se le acusa del delito de secuestro cometido en este país en contra de la Srta. Valentina Carvajal, acto que realizó en complicidad con la Sra. Beatriz Betancourt. ¿Tiene algo que decir en su defensa?

Oscar: Le faltó mencionar algo muy importante Sr. Fiscal, anote por ahí que no es la primera vez que secuestro a mi sobrina, ya lo había hecho antes cuando ella tenía tan solo 5 años, - fijó su mirada en la castaña con una risa maliciosa – ah y anote también que asesiné a mi hermanito y a la perra de su mujer, quien tuvo que haber sido mía y no de ese imbécil.

Con cada palabra que Oscar decía no solo se hundía cada vez más , sino que provocaba herir aún más a Valentina, ese era su objetivo. El hombre estaba demente, reía y se aplaudía a sí mismo orgulloso de su discurso, en más de una ocasión tuvieron que intervenir, sobre todo a la hora en que los demás dieron sus declaraciones, entre ellos estuvo Franco quien en esta ocasión confesó su parte de la historia de principio a fin sin ocultar nada y aprovechó la ocasión para pedirle nuevamente a su nieta que lo perdonara. La declaración de Juliana fue más breve, en ella explicó cómo fue que logró dar con el paradero de Valentina, lo sucedido desde el momento en que la encontró y hasta que se dieron los disparos. La parte más difícil fue cuando Valentina declaró, en sus palabras habló de algo que tan solo Juliana sabía y que hasta el momento no había sido revelado a nadie más, recordaba cosas de su pasado, eran vagos recuerdos, lo que ni siquiera la mismísima Juliana imaginó es que su princesa narraría como con tan solo 5 años vio morir ante sus ojos a los seres que le habían dado la vida. La morena quiso correr y abrazarla, consolarla y evitarle todo el dolor que sabía estaba sintiendo.

Las cosas se pusieron peor cuando el acusado no solo aceptó una vez más todos los cargos, sino que confesó que en un principio había querido encontrar a Valentina para hacer con ella lo que no pudo hacer con su madre, en su mente enferma no le importaba que se tratara de su propia sobrina, solo que luego cambio de opinión al enterarse que la chica se había involucrado de manera sentimental con otra mujer, la llamó "desviada de mierda", con esto a quien tuvieron que controlar fue a Juliana. Luego de que todos se tranquilizaran, el juez ordenó un receso, aún debían enfrentarse a las declaraciones que daría Beatriz.

Juliana deseaba tanto poder estar cerca de Valentina, hablar con ella, pero no era prudente, menos ante los ojos de Lucas. El plan debía seguir en marcha.

- ¿Cómo te sientes? – le preguntó Alejandro a Juliana.

- Como me sienta yo es lo de menos, aquí lo importante es como se siente ella. Ale, está destrozada, todo esto es muy difícil para mi princesa y yo aquí sin poder hacer nada, sin poder acercarme a ella al menos hasta que toda esta mierda acabe.

- Gaby está con ella! Sabes que no está sola y además Valentina es muy fuerte. ¿Tú sabías que recordaba cosas?

- Sí, era algo que todavía no quería que supiera nadie, de lo que no me había dicho nada es que recordaba cosas del día en que asesinaron a sus padres, estoy igual de sorprendida que todos ustedes. ¿Es que te das cuenta? Soy yo la que tiene que estar ahí con ella, pero  esta maldita tortura se acaba hoy mismo Ale, te lo juro.