32. Eres libre...

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"Aún no te he perdido y el solo pensarlo me está matando".

Lanna había sido recibida con mucho amor por parte de todos, Valentina no se separó de ella desde el momento en que la tuvo en sus brazos, no paraba de darle besos y de hablarle como a una bebé. Se preguntaba de donde había sacado Juliana a la perrita.

- ¡Amor déjala respirar un poco! No se va a ir a ninguna parte...

- Juls es que mírala... ¡Me la quiero comer a besos!

- Ahora me vas a dejar a mi de lado y todos los besos serán para Lanna! – hacía un puchero.

- ¿Celosa July? – preguntó Gaby – Acostúmbrate a que ahora vas a tener que compartir a Val.

- ¡No estoy celosa! Solo que yo también quiero besos, me merezco muchos después de haberle dado el mejor regalo.

- ¡Amor no seas peleona! Para ti también hay muchos besos – se acercó y la dio varios picos.

- ¡Besos con perro! Me tendré que acostumbrar a esto. – suspiró Juliana.

- ¡No te quejes! Tú escogiste a esta bebé y ahora como buena madre te la aguantas. Además mi sobris es una cosa preciosa.

- ¿Ustedes sabían que Juls me iba a dar a Lanna? – todos afirmaron - ¿Por qué nadie me dijo nada?

- Porque era sorpresa... - contestaron al mismo tiempo.

- ¿Y cómo es que apareciste con ella así de pronto?

- Don Chucho el portero se quedó con ella desde ayer que la trajimos al edificio.

- ¡Aww mi bebé estaba cerca desde ayer! Jamás lo hubiera imaginado.

Todos morían de risa al ver lo tierna que estaba siendo Valentina con su bebé peluda, definitivamente serían inseparables. El día transcurrió con normalidad, Ale y Gaby se fueron tiempo después al igual que Mario, quedaron de verse de nuevo por la noche para ir a cenar y celebrar la llegada de Lanna, obviamente irían a un restaurante Pet-friendly.

Para fin de año decidieron ir de nuevo a Tulum, así el resto de la familia conocería la casa que Juliana había comprado. Esta vez la celebración había sido mayor, Lupe otra vez se encargó de la cena por más que trataron de convencerla que descansara, hicieron una asado y ya para la media noche todos estaban un poco ebrios gracias a que Mario se dedicó a repartir tragos a diestra y siniestra, en un principio pensaron en comprar pirotecnia pero desistieron de la idea debido a que Lanna también se encontraba en el lugar y era sabido que los fuegos artificiales en la mayoría de ocasiones alteran a los animales, por fortuna la casa estaba bastante alejada del resto de la civilización. Lo que no puedo faltar fueron las 12 uvas que cada uno comería pidiendo un deseo en el proceso.

- ¿Los deseos que uno pide se pueden decir en voz alta o hay que guardarlos en secreto? – preguntó Val.

- Mmmm... ¡Como tu quieras amor! – Yo no tengo ningún problema en decirte que pedí.

- A ver... ¿Qué pediste?

- Bueno, primero agradecí por todo lo bueno y malo que sucedió en este año que pasó. De lo malo aprendí mucho y le vi el lado positivo a muchas cosas, al final fueron más las cosas buenas como por ejemplo esta novia hermosa que tengo ahora. – le dio un beso – Pero bueno, te voy a contar mis deseos:

1. Mucha salud para poder disfrutar cada momento al lado de las personas que quiero.

2. Salud para todos en general.

3. Que nunca nos falte el amor.

4. Que nunca nos falte el trabajo y que la empresa crezca más.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora