85. Altas y Bajas.

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Narra Valentina.

Conforme pasan los días siento como mi vientre ya está comenzando a crecer y esto es algo que obviamente Juls va notando, ella todos los días lo toca, le da besitos a mi pancita y le habla. En mi caso lo he notado por como cierta ropa ya me está apretando, hay pantalones que no me cierran, no es que se me vea una panza enorme de embarazada, sino más bien es como cuando comes algo y se te inflama el estómago. Juliana dice que le resulta lindo y chistoso todo este tema de la maternidad, el ver como nuestra semillita va creciendo y claro que le parece chistoso porque no es ella la que se levanta a vomitar en la madrugada, bueno, en realidad sí se levanta pero para otras cosas, como el tener que ir a comprar alguna cosa que se me antoja y que no tenemos en casa.

Gabriela dice que no confíe en que mi bebé sea pequeño, que es muy probable que el vientre comience a crecer de un momento a otro en un abrir y cerrar de ojos, yo de verdad espero que esta criatura no sea tan grande porque de ser así, me va a doler cuando salga, pero bueno, lo importante es que bebé nazca sano y fuerte, el dolor que tenga que soportar es lo de menos.

***
Estábamos ya en la décima semana y teníamos cita con la Dra. Carina a quien ya habíamos conocido y nos pareció una persona hermosa no solo físicamente, sino que también respecto a su manera de ser, se nota que le apasiona su trabajo y eso nos da la seguridad que necesitamos para ponernos en sus manos. Hace unos cuantos días Juls y yo la invitamos a cenar a nuestra casa, Carina nos comentó que era de nacionalidad italiana y que hace unos años se había ido a vivir a Estados Unidos en donde conoció al amor de su vida, resultó que nuestra doctora es bisexual y está felizmente casada con una maravillosa mujer que es bombero, su nombre es Maya. A Maya la habían contratado para dar unas capacitaciones durante un año en México y Carina vino con ella, con la suerte de que era conocida del director del hospital al que siempre vamos y éste no dudó en contratarla durante su estadía en este país. Con ambas hemos hecho clic, tanto así que actualmente están ocupando el Pent-house de Juls, sí, mi esposa las convenció de quedarse ahí al darse cuenta de que estaban buscando un lugar en donde vivir y, ¿qué mejor que ese?

Hoy teníamos cita para monitorear el estado de nuestro bebé, escucharíamos los latidos de su corazón y eso era algo que nos tenía más emocionadas que nunca.

- Buenas tardes chicas! ¡Buenas tardes bebé! – nos saludó Carina en cuanto llegamos, se acercó y acarició mi vientre. - ¡Vaya! Esta pancita se ve que va creciendo bien, que te estás alimentando bien. – me dice a mi guiñándome un ojo y eso me alegra, de verdad que estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para que mi bebé crezca sano.

- Sí, la verdad es que se está alimentando muy bien, yo misma me encargo de cumplirle todos sus antojos, solo que a veces sí que tengo que ponerme en modo serio porque se le ocurre cada cosa. – interviene Juls.

Carina solo se ríe negando con la cabeza, se aleja un poco y luego nos hace una serie de preguntas de rutina.

- Bueno chicas, vamos a ver que tal está su semillita,- sabía que así le llamábamos, principalmente Juls – nos daremos cuenta que tan fuerte es su corazón.

- ¿Estás lista? – me pregunta Juls.

- Lista, ansiosa y nerviosa. – le respondo.

- Por aquí tenemos todo listo. – nos dice Carina – Vale, acomódate en la camilla y levanta tu blusa dejando tu vientre totalmente visible, también baja un poco tu pantalón. ¡Perfecto! ¿Están listas? – nos pregunta.

- ¡Listas! – respondimos las dos.

La doctora se acercó y colocó un poco de gel en mi vientre; bastante frío por cierto y lo distribuyó uniformemente.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora