9. Reencuentro Inesperado.

2.1K 276 57
                                    

Incondicional es una palabra fácil de decir, pero un ser incondicional no se encuentra fácilmente...

Minutos después de que sucedió el fallecimiento de la Sra. Julia, Mario y su hija procedieron a hablar con la Dra. Sáenz para coordinar todo lo necesario referente a que iban a hacer con el cuerpo de la anciana. La especialista les había dicho que la muerte fue algo que ya se veía venir, que estuvieran tranquilos porque se había hecho todo lo posible hasta el último momento.

Padre e hija decidieron que lo mejor era cremar el cuerpo de doña Julia, así Valentina de alguna manera tendría a su abuelita cerca. Había algo que no dejaba de darle vueltas a Juliana en la cabeza, esa frase que había pronunciado Julia, "tu papá ha tratado de motivarme a seguir luchando".

- Tú lo sabías ¿verdad? - Mario la observó inmediatamente - tú sabías que ella estaba mal y nunca me dijiste nada.

- July! No sé de qué me estás hablando.

- Ay por Dios! Papá no soy tonta, estoy segura de que ella a ti sí te había puesto al tanto de como se sentía realmente. Ahora entiendo el porqué demasiada preocupación de tu parte, porqué preferías ser tú quien viniera más al hospital. - decía molesta.

- Hija, entiende! Doña Julia me hizo prometerle que no iba a decir nada, ella no quería que tú te preocuparas más, no quería que cada vez que la visitaras lo hicieras estando triste, sabes que ella disfrutaba de tu compañía, hablar contigo sin ninguna preocupación que no fuera la que ambas tenían por Valentina. Entiende y respeta su silencio, ella quiso verte bien y mostrarse bien ante ti hasta el último momento

- Pero papá, no es justo! Yo merecía saber todo, hubiera buscado a los mejores especialistas del mundo.

- Ahí está el detalle! Juliana escúchame bien, ella estaba bastante mal, ni el mejor especialista la podía sanar. De haber sabido como estaban las cosas, en lugar de utilizar tu tiempo haciéndole compañía lo habrías gastado buscando la solución a un problema que no la tenía, ella era consciente de eso y prefirió no decir nada para poder mantenerte cerca, quiso vivir sus últimos días contigo a su lado.

*

Juliana al haber descubierto que Mario sabía toda la verdad, se molestó por un momento. Pero entendió las razones, además tenía presente el que ya una vez ella también le había ocultado lo del accidente de Valentina, por más frustración que sintiera, simplemente no podía agarrarla en contra de su padre.

Habían pasado varios días y con Valentina todo seguía igual, Juliana seguía dividiéndose entre el trabajo y el hospital, sus visitas eran rápidas, pero diarias. Había decidido mantener las cenizas de doña Julia en su departamento para cuando por fin le fuera posible dárselas a Val, no paraba de pensar en como iba a reaccionar ésta cuando despertara en una nueva realidad.

Estando concentrada en unos planos, recibió una visita inesperada...

- Dichosos los ojos que te ven hermosura! - dijo alguien que había entrado a la oficina.

- No lo puedo creer! - gritaba Juliana - ¿Qué haces aquí? ¿Eres real o te estoy imaginando?

- Más real que nunca! ¿No vas a venir a darle un abrazo a tu mejor amiga?

- Por supuesto que sí! - Juliana se levantó y fue a su encuentro - No sabes cuanto he esperado por este abrazo, cuanto te he necesito Gaby.

- De verdad me has extrañado Juliana Valdés?

- Que pregunta es esa? Claro que sí, no he sabido nada de ti durante mucho tiempo. Solo a alguien como tú se le ocurre desconectarse del mundo por 3 meses, nada da llamadas ni mensajes, ya estaba comenzando a preocuparme.

Golpe del destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora